El plan del automóvil no convence ni a patronal ni a sindicatos

Las medidas del Ejecutivo para inyectar ayudas en el sector del automóvil no terminan de convencer ni a los fabricantes ni a los sindicatos. El Gobierno presentó ayer un plan de ayudas a la automoción, con medidas en su gran mayoría ya anunciadas previamente que suma 4.070 millones en partidas heterogéneas, incluidas varias que no son específicas del sector.

La patronal de los fabricantes de automóviles, Anfac, fue la que antes saltó al ruedo. Se siente "desilusionada" con las medidas, que "no resuelven los problemas inmediatos que tiene el sector", más allá de los planes VIVE, con 1.200 millones para el incentivo de la compra de vehículos sostenibles, y el de Competitividad, con 800 millones. Ambas propuestas, que significan el 50% del monto, habían sido ya anunciadas hace unas semanas y la mayor de ellas no es una ayuda directa, sino una línea de crédito, por ahora poco usada.

Industria agrupa varias medidas vigentes o ya anunciadas

Los sindicatos tampoco aplauden eufóricos la aprobación del plan. Fuentes sindicales explicaron que "el plan se queda cojo porque el diálogo social queda supeditado a negociaciones colectivas". Por su lado, UGT se muestra más satisfecho con el producto aunque considera que es "insuficiente". Considera que el plan recoge "prácticamente" todas las medidas sociales que pedían (como la reposición de prestaciones por desempleo o la formación). Pero el organismo coincide con Anfac en que "faltan medidas para incentivar el consumo inmediato de automóviles" en un sector que en enero registró una caída del 41% en las ventas, y que espera un descenso parecido este mes.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, condiciona parte de las ayudas al mantenimiento del empleo, pues indicó que "no tendría sentido presentar un plan que empiece por una destrucción del empleo".