El 'derby' del Tarántula
Alves, ex capitán del Sevilla y símbolo del fútbol total del Barcelona, se desvive por volver a jugar hoy contra el Betis
El día que Dani Alves llegó a Sevilla "había que verle", recuerdan en Heliópolis. De hecho, no había terminado la revisión médica protocolaria antes de la firma y el médico del club ya le había pedido hora para el dentista. El segundo en intervenir fue Joaquín Caparrós, explicando qué necesitaba de él. Tras su debú, aparecieron Pablo Alfaro y Javi Navarro y le leyeron la cartilla. Pablo no ha olvidado el primer partido de Alves, en A Coruña: "Le habríamos matado", bromea; "íbamos perdiendo, salió de lateral derecho y en la primera jugada atacaba como extremo izquierdo". Luego, se compró un reloj. Llegó a tener una colección, que le robaron en la casa que compró en Montequinto -aún la tiene-; conoció después a Paco Leal, entrenador de porteros, y su esposa -lleva su retrato tatuado en el hombro derecho- hizo migas con las mujeres de Renato y Adriano.
Xavi le define como "un animal" y Márquez asegura que sólo Cafú ha sido mejor lateral
Serviría para corredor de 400 metros: veloz, resistente, elástico y con mucha reserva
Le llamaron El Tarántula. Dicen que se lo puso Rafael Becerra, El Pichón, utilero del club. Sevilla hizo el resto. "Ha dejado mil amigos y una afición entregada", señalan en el Nervión. En el vestuario del Pizjuán echan de menos el funky y sus tambores. Su ipod le pone ahora banda sonora al vestuario del Barça. Jugó 175 partidos en el Sevilla y metió 11 goles. Dos, al Betis, su rival de hoy (20.00, PPV), un encuentro que el defensa se desvive por jugar. En el Villamarín no le pueden ni ver -se ha enfrentado 11 veces a los verdiblancos con seis victorias y dos derrotas-. La última vez que se puso la camiseta blanca fue contra el Betis, el 10 de mayo de 2008. Llevaba el brazalete del Sevilla y le expulsaron. Ganó 0-2. "Ama tanto el fútbol, es tan feliz jugando, que a principio de la temporada pasada, cuando el presidente, José María del Nido, se negó a traspasarle y él amenazó con no volver a jugar, nadie le creyó. Le dimos el brazalete y lo asumió como un gesto de madurez. Hizo una temporada magnífica", cuenta Alfaro, coordinador del primer equipo. Pese a las dudas que generaba un desembolsó cercano a los 30 millones, Joan Laporta no dudó cuando le contrató para el Barça: "Txiki Begiristain y Marc Ingla estaban convencidos", recuerdan en el Camp Nou. "Su fichaje fue un acierto. Es extraordinario no sólo por su despliegue en el campo, sino también por la alegría que da en el vestuario", reconoce Guardiola; "no se cansa nunca".
"Su carácter es abierto. Es brasileño como persona y futbolista. Un portento. Sólo he visto un lateral derecho mejor que él: Cafú", dice Márquez, que no ve problemas con su juego ofensivo: "Que suba mucho es bueno para el equipo". Añade Piqué: "Es rápido, así que tarda tan poco en plantarse en el área rival como en volver". Y resume Xavi: "Es un animal".
Alves es el jugador más utilizado por Guardiola. Es el futbolista más resistente de la plantilla y uno de los más veloces. Según los preparadores físicos, tiene biotipo de aborigen australiano: poco cuerpo, muy fuerte, elástico, consume poca energía y tiene mucha reserva, porque se recupera "con una facilidad pasmosa". Alves serviría para corredor de los 400 metros: tipo veloz, resistente...
Alves vuelve a Sevilla. Tan importante es para él ese partido que instó al Barça a que no recurriera la tarjeta amarilla que le enseñaron en Santander. Guardiola no le hizo caso, le levantaron la sanción y jugó ante el Sporting. Fue un espectáculo, jugó un partidazo y sólo hizo una falta. Guardiola duda de que tenga una especial motivación por jugar ante el Betis: "Le vi jugar en Benidorm con la misma intensidad que en cualquier otro partido. Quiere a su profesión, le gusta jugar. Con eso tiene suficiente". Se olvida de un detalle: es Alves, ex capitán del Sevilla. Y éste es su partido. El derby del Tarántula.
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