Beitia vale por todas
La saltadora de altura, única superviviente de las medallistas de los Europeos de 2007, recupera la motivación entrenándose para el pentatlón
Lo de Ruth Beitia es la altura. Con su 1,92 metros de estatura, la cántabra es la española que más salta. La única que ha pasado los 2 metros, la misma que los rozó hace una semana (1,98m) en el estreno de la temporada. Pero, tras unos Juegos de Pekín decepcionantes -iba a por una medalla y acabó séptima-, necesitaba nuevos alicientes. Estímulos para volver a empezar. Pues bien, ya los ha encontrado. Mano a mano con su entrenador, Ramón Torralbo, el mismo que guía sus pasos en Santander desde que tenía 11 años, ha decidido ampliar miras, probar cosas nuevas, recuperar la motivación y quién sabe si convertirse en una pentatleta.
Debería haberlo hecho hace dos semanas, pero el temporal que azotó el norte de España lo impidió. El objetivo era debutar en una combinada en pista cubierta: 60 metros vallas y 800 metros, peso, longitud y, por supuesto, altura. Lleva entrenándose en estas pruebas desde otoño. "Quería intentarlo desde hace tiempo, pero nunca era el momento", explica la atleta.
Lo fue tras su segunda experiencia olímpica. "Necesitaba desintoxicarme. Llevo en esto desde los seis años...", dice a modo de explicación la saltadora, de 29 años, muchas competiciones en la mochila.
Así que ha añadido a cada sesión de entrenamiento una prueba más. Hoy, vallas. Mañana, peso. Pasado, longitud. Siempre, altura. Una hora más de práctica que le alejan de la rutina de los últimos años. "He descubierto un pasatiempo especial en el peso. Nunca lo había hecho", dice; "y me he reencontrado con las vallas, que no veía desde junior". Eso y que la experiencia le vale "de descanso mental", añade su entrenador.
Ruth se ha revelado como una buena saltadora de longitud, con una marca por encima de los 6 metros, dicen en la federación española y puede llegar a los 11 metros en peso. "Las marcas son una cosa y la técnica es otra", se ríe de sí misma la cántabra. La competición también. "Sólo hay tres intentos y esa experiencia no la tenemos", reconoce Torralbo.
Los flirteos de Beitia con las combinadas -hay quien dice que podría batir el récord de España- no son una excepción. La campeona olímpica de altura, la belga Tia Hellebaut, la misma que le recomendó las pruebas múltiples, ha hecho Mundiales de pentatlón y heptatlón (añade jabalina y 200m lisos en la temporada veraniega). Y Carolina Kluft, campeona olímpica de heptatlón en 2004, también hace longitud.
El plan de la española es hacer la combinada en los Campeonatos de España, este mes, a la que espera ser invitada. Lo que tienen claro tanto la federación como Beitia y su técnico es que sus nuevos entrenamientos le permitirán mejorar en su prueba fetiche. "Le darán más velocidad y coordinación", resume el director técnico, Ramón Cid. Torralbo ya ve a su pupila entrar más rápido en el salto y hacer batidas más fuertes gracias a la longitud y con un tren superior más fuerte por el peso. Pero, sobre todo, la ve "bien mentalmente". "Estoy tan desinhibida que salto mejor", coincide la atleta.
La cántabra tendrá que demostrar ese progreso en los Europeos de pista cubierta, en Turín (6-8 de marzo), la cita de la temporada, donde hará altura. Ya tiene la mínima.
Bronce hace dos años, Beitia estará prácticamente sola. Las medallistas en Birmingham han renunciado -Marta Domínguez no está interesada en la pista cubierta, Castrejana se ha retirado y Montaner está embarazada- y Mayte Martínez y Naroa Agirre convalecen de sus lesiones. "Voy a echarlas de menos", dice Beitia, "pero estará Iratxe Quintanal". Los focos no se centrarán en la lanzadora. Serán para Ruth, que vale por todas.
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