Sí a la ayuda de larga duración
¿Es la crisis mundial del sector bancario un problema de solvencia o de liquidez? En realidad, las dos cosas a la vez. Los bancos invirtieron en activos tóxicos que nunca llegarán a valer lo que pagaron por ellos en un principio. Pero también invirtieron en activos que pueden estar muy bien. La pega es que, dada la situación actual del mercado, no pueden vender estos activos ilíquidos, y si lo hicieran, tendrían que asumir recortes masivos.
Una solución integral a la crisis bancaria debe tener ambas cuestiones en cuenta. El problema de solvencia puede solucionarse si el Estado garantiza el valor de los activos más inestables de los bancos y deja claro que espera que usen los actuales colchones de capital para la recesión, y que no les pidan nuevos colchones por encima de éstos.
El problema de liquidez puede abordarse mediante un tipo distinto de garantía estatal: las obligaciones de los bancos a largo plazo. Si el Gobierno de Estados Unidos y los Gobiernos de los países europeos proporcionasen esa garantía, los bancos podrían acudir al mercado y conseguir fondos para un periodo de, por ejemplo, 10 años. Eso, a su vez, les permitiría conservar los activos ilíquidos hasta su vencimiento, sin tener que liquidarlos a precio de saldo.
Como parte de la serie de ayudas a los bancos del pasado octubre, muchos Gobiernos a ambos lados del Atlántico optaron por seguir este camino, aunque no hasta el final. Proporcionaban garantías a medio plazo, de hasta tres años. Pero dado que la confianza está hecha añicos, no es suficiente tiempo.
En la pasada ronda de ayudas, Estados Unidos cometió el error de cobrar demasiado poco por su póliza de seguros. Reino Unido lo hizo mejor, y cobró a los bancos una comisión que refleja el riesgo de su crédito determinado por el mercado. El sistema británico no sólo protegía mejor a los contribuyentes, sino que además, al ser menor la subvención, no distorsionaba tanto el mercado.
Ahora que los Gobiernos de todo el mundo se preparan para la siguiente ronda de rescates bancarios, deberían plantearse seriamente el incluir garantías de financiación a largo plazo en sus paquetes de medidas. También deberían asegurarse de que cobran por ellas un precio adecuado. -
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