Las reivindicaciones de Zigic
El delantero da su mejor versión en el Racing después de un año y medio de ostracismo en Valencia
En tiempos donde las ideologías del fútbol se hacen permeables a los cambios, todavía existen las resistencias. El Valencia fichó a Nicola Zigic (Serbia, 1980) en el verano de 2007, pero desconfió de sus características, que atribuyó a un estilo que no es el suyo. Lo que no convenció al Valencia le está siendo muy útil al Racing. El delantero ha hecho tres goles en cuatro partidos -todos con el pie, el que dicen que no es su mejor recurso-, lo que casi sirve para amortizar la cesión que ambos clubes han pactado hasta final de temporada.
En realidad, la carrera de Zigic es una lucha contra la desconfianza de los demás. Su estatura (2, 02 metros) le obligó a convencer a todos desde pequeño: lo suyo es el fútbol, por más que le quisieran adjudicar una plaza en equipos de balonmano o baloncesto, como hizo Dragan Djazic, el director deportivo del Estrella Roja, cuando aterrizó en el principal club de su país.
Después de una primera etapa en el Racing, el Valencia lo fichó por 18 millones. En año y medio, apenas ha disputado encuentros oficiales, y en su gran mayoría ha jugado partidos de trascendencia menor. "Quiero demostrar que puedo jugar en un equipo grande", ha señalado en varias ocasiones cuando se le preguntaba cómo se veía en Valencia. Tan claro lo tenía que incluso frenó su salida el pasado verano.
Pero ni Quique Sánchez-Flores, que avaló su incorporación, ni Koeman ni Emery le incluyeron en el esquema del Valencia, poco habituado históricamente a hacer uso de la pelota larga y un ariete de esos rasgos.
El Racing, que ya había intentado recuperarle en agosto, consiguió convencerle para que regresara a Santander, "mi segunda casa", como dice el propio Zigic. "Tiene ganas de mostrar que se han equivocado con él", dice su compañero Pablo Pinillos.
En pocas semanas, está completando su recuperación anímica y física. "Es un chico que ya conoce la ciudad y el club, y de los primeros en hacer grupo", añade Pinillos. De carácter discreto, le gusta pasear con su esposa y su hija pequeña. El déficit de encuentros lo compensa con dos días a la semana de entrenamiento específico, basado en un trabajo de resistencia y gimnasio. "Al principio, al minuto 60 de partido, ya se sentía cansado. Lo está superando, pero aún no está al cien por cien", señala el preparador físico del Racing, Fernando Gaspar. Lo que no le ha impedido formar por segunda vez su productiva alianza en el campo con Munitis. "Ya pasó algo parecido con Portugal como entrenador. Los dos centrales se preocupan de Zigic y a Pedro le quedan espacios", añade Pinillos.
"Es un jugador que nos da unas alternativas que no teníamos", celebra el técnico del Racing, Juan Ramón López Muñiz. Por si acaso, Munitis ha avisado esta semana. "Seguimos jugando de la misma manera, pero aprovechando las virtudes de Zigic. Si empezamos a pegarle pelotazos, cualquier día vamos a matarle contra los defensas". Muñiz incluso ha añadido a otro pequeñito a su lado, Jonathan Pereira, pura verticalidad y velocidad. No se trata de que Zigic cabecee los goles (aún no se ha estrenado en esa faceta) sino que anticipe la jugada. Y no falla. 81 toques de cabeza lo atestiguan. Zigic toca un balón de cabeza cada 5,6 minutos.
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