El embajador de Israel pide a Saura que se disculpe

El consejero de Interior de la Generalitat, Joan Saura, debía haberse dado cuenta de que "se cruzaba una línea roja" cuando en la manifestación del pasado 10 de enero contra la invasión de la franja de Gaza se lanzaron "gritos contra los judíos" y haberse desmarcado del acto, según el embajador de Israel en España, Raphael Schutz. "Aún no lo ha hecho", añadió.

El diplomático israelí, que ayer participó en un almuerzo coloquio en el hotel Majestic de Barcelona, organizado por la Fundación Catalunya Oberta, no entró a criticar el hecho de la presencia de Saura en la citada manifestación -a la que asistieron 55.000 personas-, pero sí que el consejero todavía no se haya desmarcado de un acto de "estética yihadista" en el que "se lanzaron gritos a favor de Hamás".

El almuerzo tuvo todos los elementos de un acto de desagravio al Estado israelí y a las comunidades judías de todo el mundo, que, supuestamente, se preguntan alarmadas: "¿Qué pasa en Barcelona?", como aseguró la presidenta de la Federación de los Judíos de España, Dalia Lewinson.

"Israel cuenta con muchos amigos en Cataluña", dijo el embajador. Poco después de la manifestación, Schutz envió una carta al presidente de la Generalitat, José Montilla, en la que le pedía que saliera en defensa de la comunidad judía de Cataluña.

Schutz aseguró que su país respetó "al cien por cien" la legalidad internacional durante la invasión de Gaza, insistió en que Israel nunca ha usado bombas de racimo como informaron algunos medios y dijo que el fósforo blanco es un "arma legítima".

Por otra parte, ayer los Mossos d'Esquadra detuvieron al presunto autor del ataque contra la sinagoga del barrio del Call de Barcelona, que el pasado 1 de febrero causó daños materiales en el local y golpeó a una persona que salía del centro religioso. El hombre, según la policía, sufre un trastorno psicológico.