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Tribuna:Economía global | coyuntura nacional
Tribuna
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Otra semana negra para la economía española

Podíamos calificar como semana negra la última que ha vivido la economía española. La cuestión es que estas semanas se han ido sucediendo una tras otra desde finales del verano, siempre a peor, desbordando los indicadores publicados cualquier previsión por pesimista que fuera. El cuarto trimestre ha sido terriblemente malo y el único consuelo que queda es que está siendo igual en casi todas las grandes economías, incluida China.

Entre la catarata de noticias negativas, el Gobierno publicó el pasado día 17 la Actualización del Programa de Estabilidad. En realidad no era una mala noticia, sino la constatación de que, por fin, nuestros gobernantes se acercaban a la realidad. El programa incluía en su cuadro de previsiones una caída del PIB del 1,6% para este año y una tasa de paro del 15,9%. Lástima, porque ese ejercicio de realismo se ha vuelto a quedar de nuevo desfasado. Lo peor es que el realismo sólo se aplicaba a la primera mitad de 2009, pues el Gobierno nos decía que a partir de ahí la economía iba a recuperarse a un ritmo muy rápido de forma que en 2010 se alcanzaría un crecimiento del 1,2% de media anual y del 2,6% en 2011. Aún eran más irreales las previsiones de paro y déficit público, que descenderían a partir de 2010.

Lástima que el ejercicio de realismo del Gobierno se haya vuelto a quedar desfasado
Los datos de la EPA del cuarto trimestre confirman un aumento de la economía sumergida

Supongo que estas previsiones intentan transmitir cierto optimismo y confianza a la ciudadanía, a la par de esconder el enorme déficit público que se alcanzará en 2010 y 2011, pero son nefastas en cuanto que se niegan a reconocer la gravedad, profundidad y consecuencias a medio plazo de la actual recesión. Eso lleva, por un lado, a una pérdida de credibilidad en los dirigentes por parte de los agentes económicos y, peor aún, a no aceptar que la salida a esta situación requiere reformas de calado en el sistema fiscal y en los mercados de factores (trabajo) y de bienes y servicios. Las previsiones de la Comisión Europea, publicadas poco después, vinieron a poner las cosas en su sitio, apuntando a una caída del PIB del 2% en 2009 y del 0,2% en 2010, y a una tasa de paro del 18,7% ese año. Desgraciadamente, tales previsiones pueden quedarse cortas, al menos para 2009.

En cuanto a los indicadores, el más importante de la semana fue la EPA del cuarto trimestre. Esperábamos que la tasa de paro aumentara hasta el 13,5% y se fue al 13,9% [gráfico superior izquierdo]. A lo largo del año (cuarto trimestre sobre cuarto trimestre) el paro aumentó en 1,3 millones de personas. Sólo en el último trimestre el aumento respecto al anterior fue de medio millón (en cifras ajustadas de estacionalidad). El fuerte aumento del paro a lo largo del año se explica prácticamente a partes iguales por el avance de la fuerza laboral (población activa) y por la destrucción del empleo. Pero en el cuarto trimestre, las cosas cambian, pues la destrucción del empleo (en términos ajustados de estacionalidad) explicó el 80% del aumento del paro.

Entre los muchos datos que proporciona la EPA, sorprende que la fuerza laboral siga creciendo a un ritmo tan elevado como el 3% anual (660.200 nuevos demandantes de empleo al año), lo que se debe fundamentalmente a que continúa la fuerte afluencia de inmigrantes: de ese aumento, el 56% corresponde a extranjeros. Ésta es una de las causas principales que explican el rápido aumento del paro en España en comparación con la zona euro [gráfico inferior izquierdo], aunque también lo es que aquí se destruye más empleo debido a que la recesión azota muchísimo más a sectores intensivos en mano de obra, como la construcción. En este sector la ocupación descendió casi un 21% a lo largo del año, destruyendo 558.500 puestos de trabajo [gráfico superior derecho], aunque también en la industria el empleo descendió un 6,7% (219.500 ocupados menos) y en la agricultura un 4,7% (-42.400 ocupados). Sólo en el sector servicios creció el empleo, un 1,5% (200.200 ocupados más).

La caída interanual del empleo total en el cuarto trimestre fue del 3%, cuatro décimas menos de lo que dio la afiliación a la Seguridad Social, lo que confirma que se está produciendo un aumento de la economía sumergida. A partir de lo que nos dicen ambas estadísticas y todo el resto de indicadores, el PIB podría haber retrocedido este trimestre al menos un 1% en tasa interanual y entre el 5% y el 5,5% en tasa intertrimestral anualizada.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS)

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