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"Yo no pierdo nada, el ministerio pierde a Nacho Duato"

El bailarín carga contra Cultura por obligarle a competir por su cargo

Sereno, sobrado y con las maletas casi preparadas, el bailarín Nacho Duato afronta su futuro fuera de la Compañía Nacional de Danza lanzando un guante al Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), dependiente del Ministerio de Cultura -cuyo Código de Buenas Prácticas le ha dejado fuera de su feudo coreográfico-, para que ponga sobre la mesa cuándo deberá abandonar la compañía.

"No quiero decir cuándo me voy, si me quedo un año más es por mis bailarines. He tomado una decisión y tengo muy clara la fecha de mi marcha, qué voy a hacer y adónde iré, pero debe ser el ministerio quien diga cuándo me tengo que marchar. Donde no se me quiere, no deseo estar", señaló ayer Duato, con la misma dosis de seguridad en sí mismo que de resentimiento hacia las instituciones públicas. Por su parte, el INAEM señala que "no tiene constancia por escrito de la fecha hasta la que Nacho Duato permanecerá al frente de la compañía" -podría ser junio de este año o junio de 2010-, por lo que no informarán sobre su retirada hasta tener ese documento, según informa Europa Press.

"No quiero decir cuándo me voy, si me quedo un año es por mis bailarines"

Aunque el coreógrafo asegura que tiene varias ofertas de trabajo en distintos centros -como el Ballet de Teatres de la Generalitat de Valencia, que recientemente ha sonado como su posible destino-, Duato prefiere no desvelar aún cuál será su futuro trabajo. "Cuando me vaya, ja parlarem", bromeaba ayer el coreógrafo en el Teatro de Madrid, donde presentó el nuevo montaje de la Compañía Nacional de Danza 2 (CND2), que este año celebra su décimo aniversario.

Después de 18 años al frente de la compañía, el bailarín no competiría en un concurso público para seguir en el cargo como exige el Código de Buenas Prácticas, y recordó que no todos los directores y gestores culturales se someten a esa normativa. "De hecho, alguno ha sido elegido a dedo", dijo en una velada referencia al coreógrafo Víctor Ullate, designado para dirigir el futuro Ballet Clásico Nacional que tendrá su sede en los Teatros del Canal.

En la práctica, la salida de Duato de la CND podría suponer un desmembramiento de la misma. Al menos 60 coreografías creadas por él no formarán parte del repertorio de la compañía ni podrán ser representadas sin su consentimiento o asesoramiento, de la misma forma que podría haber una desbandada de bailarines y directores artísticos, como Tony Fabre, su director adjunto de la CND2, que ya ha anunció ayer que se irá con él.

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"Yo no voy a llevarme a nadie, pero son libres de seguirme e incorporarse a la nueva compañía que voy a montar donde vaya. Si hay profesionales que han venido de Corea, Kuala Lumpur o Francia porque estaba yo en la compañía, lógicamente me seguirán, igual que empresarios o directores de festivales. Me voy muy tranquilo con mi cabeza y mis fantasías a otra parte. Yo no pierdo nada, ellos pierden a Nacho Duato", añadió el coreógrafo, en referencia al Ministerio de Cultura. Entre esas pérdidas se encontraría el millón y medio de euros que la taquilla de la CND devuelve a las arcas públicas, que financian sus creaciones. "El dinero que me han dado, lo hemos devuelto multiplicado por diez. Hace poco un director judío me escribió diciéndome: "Di al ministerio que les doy 30.000 euros para que hagan más vídeos con las coreografías de la compañía para que la gente vea vuestro trabajo". No se entiende por qué el ministerio no hace más vídeos, ni por qué nunca bailo en el Festival de Otoño o en Madrid en Danza", ironizó Duato. Y a buen entendedor...

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