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El arte contemporáneo resiste los embates de la crisis

La tercera edición de Puro Arte prevé superar los 18.000 visitantes

En 1979, una jovencísima y nada neumática Madonna cobró 30 dólares por una sesión de fotos desnuda para el estudio del artista checo Martin H. M. Schreiber. En el puesto de la galería alicantina Opusmedina en la Feria de Arte Contemporáneo Puro Arte, Schreiber las muestra por primera vez en España.

Por 3.000 euros uno puede llevarse para su salón una rareza que escapa al control de la diva del pop, no porque ella no lo haya intentando, sino porque el fotógrafo es el único propietario legal de los contactos. Esas instantáneas tan poco parecidas con la realidad actual de la artista son una de las curiosidades presentes en el evento artístico y comercial que recala en el Instituto Feiral de Vigo por tercer año consecutivo.

Conscientes de las dificultades que atenazan a los bolsillos, los responsables de la feria no han escatimado esfuerzos para reunir una producción artística en la que no faltan las grandes firmas. Miquel Barceló, Francisco Leiro, Antón Lamazares o Manolo Valdés son algunas de ellas, pero se insiste en la promoción de creadores jóvenes adscritos a otros movimientos de vanguardia contemporáneos, según explicó una de las directoras de la feria, Marta Scarpellini. "Creo que todo va a volver a su sitio y es verdad que en tiempos de bonanza se suben los precios sin fundamento con el tirón de la demanda; el mercado lo regulará", afirma otro de los directores, su hermano Ignacio.

"Somos expertos en crisis, que es el estado habitual del mercado del arte", indica la galerista donostiarra Cristina de la Fuente, para quien el arte "siempre es una inversión acertada, sobre todo si se apuesta por los artistas emergentes cuando aún se puede adquirir obra a un precio razonable". Con todo, desde la galería portuguesa Cordeiros, propietarios transitorios de un Barceló que cuesta dos millones de euros, aseguran que cuentan con "ofertas firmes" por el lienzo más caro de la feria. En el otro extremo, el del producto más barato, están unas acuarelas a razón de 120 euros. Lucen, entre otras obras, en el espacio del berlinés Walter Bischoff, a quien su experiencia en más de 80 acontecimientos de este tipo en todo el mundo le hacen ver que existen dificultades "muy serias", aunque cierto optimismo y la existencia de un "mercado emergente" le han conducido a la feria viguesa por segunda vez. Y lo que más le gusta de su nueva visita es la reformulación del recinto expositivo ideada por el arquitecto Otto Medem: "Nunca había visto algo semejante, es un diseño único".

La feria viguesa Puro Arte cobra cada edición mayores perspectivas en Cotogrande.
La feria viguesa Puro Arte cobra cada edición mayores perspectivas en Cotogrande.LALO R. VILLAR
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