La comedia llega al Central con 'Hermanas', de Carol López

La comedia llega al Teatro Central con Hermanas, una obra con dramaturgia y dirección de la joven autora catalana Carol López, que podrá verse hoy y mañana en el espacio sevillano. "Después de Hermanas, hablar de comedia en España significará hablar de Carol López. Ella sabe utilizar la banalidad inteligente", explicó ayer Manuel Llanes, coordinador del Central.

Hermanas es una producción de la sala La Villarroel de Barcelona que protagonizan Maria Lanau, Nora Navas, Aina Clotet, Amparo Fernández, Paul Berrondo y Marcel Borràs. Desde su estreno, el pasado marzo en la sala Villarroel, la obra no ha parado de cosechar excelentes críticas. "Carol López elige la comedia porque le permite, según la frase de Mihura tantas veces citada, 'dar gato por liebre', y porque es el género ideal para seducir al espectador y, al mismo tiempo, abrirle ventanas inesperadas para que el aire circule por su cerebro", escribe de ella el crítico Marcos Ordóñez.

Chéjov y Woody Allen

"La obra tiene algo de Las tres hermanas, de Anton Chéjov, pero tiene más de Hannah y sus hermanas, de Woody Allen. En Chéjov parece que no pasa nada, pero pasa de todo. Como él escribe: 'Hay algo tan inevitable como la muerte, la vida'. Hermanas tiene algo de estas dos obras, algunos guiños, pero es una pieza totalmente diferente que ha nacido del trabajo con los actores", explicó ayer en Sevilla Carol López, quien en 1998 obtuvo el Premio María Teresa León con Susie, el primer texto que puso en escena en 1999. Además de estudiar escritura dramática en el Royal Court de Londres, cursó cine en la famosa Escuela de San Antonio de los Baños, en Cuba. Carol López, formada junto a Mario Gas y Àlex Rigola, reconoce la influencia del cine en su trabajo.

"Yo trabajo sin texto. No dirijo a los actores, los elijo; porque para mí la parte más importante de la obra es el casting. Cuando empezamos a ensayar yo tengo la historia entera en mi cabeza, pero ellos no lo saben. Les doy unas pautas de sus personajes y empezamos a ensayar. Ellos no saben lo que les va a ocurrir, surgen reacciones reales de las que voy tomando nota y, al final de un proceso de dos meses, escribo el texto definitivo. En mis espectáculos los actores tienen que venir a jugar, vírgenes y con ganas de pasarlo bien", asegura la dramaturga y directora que ha montado 11 obras.