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Reportaje:

Alerta permanente en el Camp Nou

Guardiola interviene en la cancha y en la sala de prensa para optimizar el rendimiento del Barça

No hay día en que no suene la voz de alarma de Pep Guardiola. Ni siquiera cuando el partido se presenta aparentemente más sencillo de lo previsto, más que nada por la ventaja adquirida en la ida (1-3), como ocurre con la visita hoy del Atlético en la Copa. "La eliminatoria no está resuelta", anuncia el entrenador del Barça. "Históricamente, contra el Atlético, puede pasar de todo. El problema del partido es que pensemos en lo que hicimos en el Calderón y nos olvidemos de lo que tenemos que hacer en el Camp Nou".

Guardiola regresó de Pamplona como alma que lleva el diablo a pesar de la victoria. La madrugada del domingo, de vuelta a casa, el ambiente en las plazas delanteras del vuelo de la expedición, ocupadas por los futbolistas, no era el propio de unos ganadores. No hubo bromas, ni se oyó una mosca, ni tampoco apareció Piqué para repartir bombones, como acostumbra en cada desplazamiento. A Guardiola no le gustó nada que Osasuna marcara dos goles en los primeros 20 minutos del segundo tiempo. Aunque evitó personalizar, al entrenador le inquietó que el equipo se distrajera y se destensara por la falta de presión ofensiva, vicio muy conocido y temido en el Barcelona porque ya llevó a la perdición a los fantásticos de Ronaldinho. "El problema de creérselo es dejar de hacer lo que debes y estás haciendo" repite. "Es la primera vez, pero espero que sirva de lección; si no hacemos lo que debemos, cualquiera nos mete dos goles". Y más si el rival es el Atlético: "Si salimos como en la segunda parte de Pamplona, los rojiblancos nos echan, porque si hay un equipo peligroso, con resultados imprevistos, en la Copa, ése es el Atlético".

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El técnico azulgrana no pasa ni una al equipo ni a la prensa: "Sólo pido que lo que se publique sea cierto", aseveró ayer. "Es mentira que esté enfadado con Hleb. Ha estado lesionado y punto. Me quieren generar un conflicto cuando no hay motivo". Guardiola interviene ante los periodistas y en la cancha. El equipo ha sumado 13 puntos en partidos donde mediaron los cambios. Ocurrió contra el Betis, Espanyol, Getafe, Mallorca y Osasuna, en la Liga, y ante el Shakthar en la Champions y el Benidorm en la Copa. Ante Villarreal, Mallorca y Osasuna, por lo demás, el equipo azulgrana remontó un marcador adverso.

Guardiola sólo se concede un respiro: "Ya no hay Balón de Oro, ni FIFA World Player ni más premios hasta el año que viene; a ver si ganamos títulos para que estén los nuestros". Hoy volverá a recurrir a las rotaciones para mantener la tensión competitiva.

Pep Guardiola, durante un entrenamiento del Barcelona.
Pep Guardiola, durante un entrenamiento del Barcelona.ENRIC FONTCUBERTA

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