Rajoy entra en precampaña confiado en las encuestas mientras Cospedal pide unidad

Cuando arrecian las críticas internas con sordina y a gritos en los medios conservadores por los discretos resultados del PP en las encuestas, Mariano Rajoy dio ayer el pistoletazo de salida de las campañas gallega y vasca exhibiendo precisamente esos indicadores, que él lee de otra manera: "No hay que hacer oposición a golpe de encuestas, pero todas las publicadas son favorables al PP. Las del CIS nos dan nuestros mejores resultados desde 2004. El CIS catalán nos dice que el PP sube mucho en generales, y también CiU. Y el CIS andaluz, que subimos dos puntos y el PSOE baja dos. Y en intención directa tenemos el mejor resultado desde 2000".

Con este optimismo, después de un tedioso y repetitivo discurso económico, trató Rajoy de insuflar ánimos a los casi 500 miembros de la Junta Directiva. El líder no quiere saber nada de las críticas, sobre todo en prensa, y asegura que resistirá: "Yo voy a cumplir con mi obligación, con la fortaleza debida que exige mi responsabilidad. Mi partido está a las órdenes de los militantes y del interés general. Y lo demás, está muy bien, la vida misma".

Pero las aguas siguen revueltas. Ahora que Rajoy ha optado por un duro, Jaime Mayor, como candidato a las europeas, los duros no disipan sus enormes dudas sobre el liderazgo del presidente, y los moderados están frustrados porque preferían a Alberto Ruiz-Gallardón como candidato. Consciente de ese difícil ambiente, la secretaria general, María Dolores de Cospedal, llamó a la unidad: "El PP tiene que ser un partido unido, cohesionado, con un discurso nacional".

Jaime Mayor, de momento, sigue en segundo plano. Ayer habló sólo cuando las cámaras estaban apagadas, para dar las gracias y recuperar su discurso de que la crisis económica se ve acompañada de una gran "crisis moral".

Al margen de discursos, Rajoy se la juega en las elecciones, especialmente en Galicia. Alberto Núñez Feijóo, convencido de que la crisis económica le ayudará, se puso el listón alto: "No nos conformamos con nada que no sean 39 escaños", uno por encima de la mayoría absoluta. O sea, que fracasará si no lo logra. Y Antonio Basagoiti, candidato en Euskadi, dijos que los socialistas son la "alternancia" y el PP, "la alternativa".