'30 minuts' abre nueva etapa buscando renovar su lenguaje
El primer capítulo aborda la amistad entre Fidel y Franco
Desde que en 1983 comenzó a trabajar en TV-3, Eduard Sanjuán ha cubierto desde primera línea acontecimientos como la caída del muro de Berlín y el conflicto en el Afganistán de los talibanes, donde estuvo a punto de perder la vida mientras viajaba en una caravana de reporteros. A partir de esta nueva temporada pondrá toda esa experiencia al servicio de 30 minuts, el programa de reportajes estrella de TV-3 cuya dirección asumió en septiembre y que mantendrá, asegura, tras 25 años de andadura.
En la sociedad de la información "estamos saturados de titulares, flashes, que se quedan en la superficie de las noticias", opina Sanjuán. "No creo en eso de que ver es comprender, tenemos que explicar el contexto de lo que pase". El programa experimentará con nuevos lenguajes audiovisuales y este domingo estrena Franco i Fidel, una amistat incòmoda, sobre la buena relación entre el dictador y el líder cubano.
Eduard Sanjuán, un veterano de TV-3, dirigirá ahora el programa
Desde 1983 el programa no ha dejado de cosechar premios (el Ondas por El Raval: l'últim esglaó y la medalla de plata del Festival de Nueva York por Operació Còndor: terror d'Estat) y ha dado títulos como los celebrados Balseros y Els nens perduts del franquisme. Aunque sus resultados de audiencia no son los mejores (está en torno al 15% de cuota), es uno de los más valorados, según las encuestas a la audiencia. Ahora busca "renovarse sin perder su sello de identidad, que es la investigación", dice Sanjuán, que ocupa la vacante que deja Joan Salvat tras 25 años. Un tercio del equipo se ha renovado y las nuevas incorporaciones quieren introducir nuevos recursos audiovisuales. La figura del reportero ante la cámara podría ganar protagonismo al estilo de la BBC, se plantea el nuevo director, y ahora se emplearán cámaras pequeñas para "eliminar obstáculos con los entrevistados y conseguir un resultado más fresco y natural", algo que ya podrá verse en una próxima entrega donde varios magistrados hablan del colapso del sistema judicial.
Para abrir la nueva temporada, TV-3 estrena Franco i Fidel, una amistat incòmoda, de Santiago Torres y Ramon Vallès, que aborda la relación entre ambos líderes, de entrada ideológicamente opuestos. Es una relación "tragicómica", opina Torres, llena de episodios curiosos y que resistió a pesar de las presiones de Estados Unidos, que había avalado la dictadura de Franco, pero no soportaba que España violara el embargo a Cuba.
El documental busca profundizar en esos vínculos más allá de la "conexión gallega" entre ambos y centrarse en la supuesta admiración que Franco sentía por Fidel y en el contexto internacional. A lo largo de la cinta, se cuentan historias de espías, la visita del Che a Madrid -donde fue a los toros vestido de verde oliva- y cómo eran las exportaciones que se enviaban a la isla. Para ello, cuentan con testimonios como el de Manuel Fraga, ministro de Franco en los sesenta; el periodista Enrique Meneses, que convivió con los líderes de la revolución cubana en Sierra Maestra; ex embajadores estadounidenses, y antiguos miembros de la CIA.
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