Rajoy logra un pacto de mínimos con sus 'barones'
El PP critica la indefinición del nuevo modelo propuesto por Zapatero
Tres horas necesitaron ayer los cinco presidentes autonómicos del PP (Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-León y La Rioja) para encontrar un punto de encuentro entre su deseo de pactar con el Gobierno una nueva financiación para que les llegue más dinero a sus debilitadas arcas y la necesidad de aunar una posición común con Mariano Rajoy, el líder del partido.
Después de muchos esfuerzos en la sede central de la calle Génova, donde el líder convocó una comida en la que también estaba Dolores de Cospedal y Javier Arenas, las personas con más poder en el partido, se llegó a un documento unitario bastante ambiguo en el que cabe todo. Por un lado, se critica al Gobierno, como deseaba Rajoy, especialmente por la indefinición del nuevo modelo. Por otro, se busca una posición común: todos defenderán la solidaridad interterritorial y sobre todo exigirán que el sistema no premie la subida de impuestos.
Pero por último, el texto deja espacio para el acuerdo y sobre todo autonomía a los barones del PP para no contradecir las buenas palabras de cada uno de ellos, especialmente Esperanza Aguirre, al salir de La Moncloa. El texto avala su necesidad de negociar por libre y defender sus intereses: "Los Presidentes de los Gobiernos Autonómicos que pertenecen al Partido Popular ejercerán sus responsabilidades en un marco de reducción de ingresos públicos como el actual, siendo al mismo tiempo conocedores de las necesidades de recursos de sus Comunidades Autónomas".
Claro que acto seguido, para dejar patente que el PP sigue siendo un partido nacional, se aclara: "Los Gobiernos Autonómicos del Partido Popular velarán por el interés general de los españoles haciéndolo compatible con los particulares de sus Comunidades y Ciudades Autónomas, cuyos ciudadanos deben recibir los mejores servicios públicos".
Esta ambigüedad seguirá durante todo el proceso de negociación hasta que, al final, ambos lados tengan que mojarse definitivamente. Los barones tendrán que firmar o no el papel que el Gobierno les presente en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, y después de eso, el PP tendrá que decidir qué vota en el Congreso. Lo que más temen los populares es que los barones se vean obligados a firmar para coger el dinero que les ofrecerá el Ejecutivo y sin embargo, por estrategia de oposición, el PP de Rajoy se verá obligado a oponerse en el Congreso. Lo que ayer se trató en la comida, según varias fuentes, es la manera de que se pueda buscar un discurso más duro de los barones para no desautorizar al PP nacional pero a la vez Rajoy debe dejar un espacio para el encuentro que permita cuadrar el círculo de intereses contrapuestos entre un partido en la oposición y unos barones que gobiernan.
Al concluir la reunión, mientras Javier Arenas aseguraba que Zapatero "no garantiza la solidaridad" con su nuevo modelo, el murciano Ramón Luis Valcárcel aseguraba que él "nunca renunciará" a defender los intereses murcianos, aunque cree que serán compatibles con los de la nación.
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