420 kilos de cocaína en Valencia, 22 robados
Años después de haber desaparecido prácticamente de los telediarios colombianos, el narcotráficante Leónidas Vargas, el que fuera Rey del Caquetá, volvió a la cárcel por última vez en julio de 2006. El caso que le llevó a perder el anonimato en España fue un gigantesco alijo de cocaína que acabó, curiosamente, en un extraño caso de supuesta corrupción policial.
El 12 de julio de 2006, cuatro días después de la detención de Vargas, agentes de la Policía Nacional adscritos a la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de Valencia y Barcelona intervinieron 427 kilos de cocaína ocultos en un contenedor en el Puerto de Valencia, procedente de Colombia. En la operación fueron detenidas con Vargas otras siete personas vinculadas a la organización internacional.
Según la nota emitida entonces por la Dirección General de la Policía, los miembros de la organización mafiosa importaban y exportaban productos convencionales desde Suramérica para no levantar sospechas. La policía también intervino en la operación un revólver, una treintena de cartuchos, tres turismos, ocho teléfonos móviles, dos equipos informáticos y 40.000 euros.
En una extraña vuelta de tuerca, el 3 de agosto se supo que la Jefatura Superior de Policía de Valencia tardó cuatro días en denunciar la desaparición de más de 20 kilos de cocaína de aquel alijo. La droga estaba en el interior de una furgoneta, en un patio interno y vigilado de la Jefatura Superior. Un juez investigó la implicación de policías nacionales en el robo. El mutismo en la Jefatura fue total.
La línea principal de investigación apuntaba a un robo en el que estaba implicado un policía nacional.
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