Quemados tres camiones de transporte de contenedores del puerto de Valencia

La Policía Nacional realizó ayer la inspección ocular en el aparcamiento de Xirivella (Valencia) en el que ardieron en la madrugada del pasado sábado cuatro camiones, tres de los cuales quedaron completamente destrozados. Otros vehículos quedaron seriamente dañados al rompérseles las lunas o rajarles las ruedas. No fue un accidente.

Así lo reconoce la policía. Fue un acto vandálico del que aún no hay un responsable, a pesar de que se tomó declaración a una persona supuestamente relacionada con otros quebrantos a camiones, como pintadas o rotura de cristales.

Los vehículos siniestrados el pasado sábado pertenecían a las flotas de las empresas Transportes Cintero y a Transjérica, ambas dedicadas al transporte de contenedores. Operan en el puerto de Valencia.

Transportes Cintero es propiedad de Pascual Cintero. Este empresario es fundador de Atramed (Asociación de Transportistas del Mediterráneo), de reciente creación, y en la que su hermano Raúl Cintero es el tesorero. Atramed, presidida por Antonio Guerra-Llibrero, es un nuevo intento de funcionar al margen del férreo control de las asociaciones de autónomos mayoritarias. La otra empresa afectada es Transjérica, asociada a Tanscont, mayoritaria en la entrega y recogida de contenedores en el puerto de Valencia.

El transporte de contenedores en el puerto de Valencia encierra conflictos por el control del negocio que han desembocado en no pocos episodios de violencia entre colectivos, especialmente de autónomos. El silencio ha sido hasta ahora el mejor aliado de actos vandálicos que han lesionado severamente la actividad de empresas como Transportes Cintero. Entre las últimas con camiones destrozados están empresas ubicadas en Silla, en Sueca y en Paterna. Atramed expresó ayer su respaldo a los afectados y pidió que la investigación llegue hasta el final.