El lenguaje del 'chat'
Los estudiosos analizan con menos dramatismo que antaño cómo se utiliza del idioma en Internet - "La escritura se está oralizando", dice el profesor de filología José Pazo Espinosa
Hace pocos años en el Vaticano apareció el primer y único cajero automático en latín. "Inserito scidulam quaeso ut faciundam cognoscas rationem...", se puede leer en la pantalla. Las lenguas, incluso las que se dan por muertas, se adaptan a los tiempos y la comunicación interpersonal está viviendo una época revolucionaria, que, quizás, será revolucionaria también para los idiomas.
El 3 diciembre de 1992 fue enviado el primer SMS de la historia. Dieciséis años después las costumbres comunicativas de las personas han mutado radicalmente. Actualmente se mandan casi 7.000 millones al día. Al móvil se ha añadido Internet, con la difusión del correo electrónico y de las redes sociales. Los cambios de lenguaje que las nuevas tecnologías han aportado, han agitado el mundo académico internacional. Lingüistas, semióticos y filólogos han analizado las consecuencias para la evolución del idioma, tanto que ya hay diccionarios SMS, Exo x ti y xra ti.
Según el profesor José Pazo Espinosa del departamento de Filología Española de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), "lo que está ocurriendo, de forma paradójica y algo invisible para la propia sociedad, es que la escritura se está oralizando. Está adoptando los rasgos de la oralidad: inmediatez, aceptación del error (anacoluto en la lengua oral), predominio de la síntesis y de la simplificación, e inclusión de los aspectos afectivos (entonación en la oralidad, emoticones en la escritura)".
Paolo Leonardi, profesor de Filosofía del Lenguaje de la Universidad de Bolonia añade: "Las nuevas tecnologías han conquistado un espacio nuevo que antes la escritura no tenía: el de la informalidad. Se trata de una escritura contextual, una extensión de nuestra competencia lingüística, que entra mucho más en la cotidianidad y que, como la lengua hablada, se convierte en algo de usar y tirar".
Las consecuencias de esta transformación preocupan a muchos puristas, asustados por la degeneración del idioma, sobre todo en las nuevas generaciones.
José Portolés Lázaro, catedrático de Lengua Española de la UAM, comenta que "el único problema se da cuando se componen textos que deben ser más elaborados con la redacción y la ortografía de un SMS. Aquí comienza la tarea de los profesores: nadie obtiene el carnet de conducir por montar en bicicleta... De todos modos, esto no sólo les ocurre a los adolescentes, existen profesionales que redactan informes en PowerPoint. Por pereza o por falta de domino de la escritura, utilizan un medio que se ha pensado como apoyo de una exposición oral".
De la misma opinión es la lingüista Maria Pia Pozzato de la Universidad De Bolonia. "Si existe un problema, es el empobrecimiento cultural, que no está vinculado a los medios de comunicación: si la política se simplifica, si se rebajan las inversiones en la escuela, si la sociedad viene orientada hacia un consumo de bienes que no prevé formas de consumo cultural, luego no es pensable culpar a los sms si la gente ya no piensa".
El profesor Portolés afirma que "no hay una evolución en la lengua, sino una ortografía distinta que, además, pretende ser no académica. Una intervención de la RAE tendría tanto éxito como una de la Academia de Cine sobre la grabación de escenas con el móvil. Otra cosa es que en las clases de lengua se enseñe a escribir correos o a mantener un blog. La Academia propone decir bitácora en lugar de blog y ya ven el caso que le hacen".
Uso descuidado
Para Joan Martí i Castell, presidente de la Sección Filológica del Institut d'Estudis Catalans, "las academias o los modelos y las autoridades para las lenguas no tienen por qué oficializar ciertas evoluciones que son fruto de un uso descuidado, demasiado relajado, propio sólo de una parte de la sociedad. La misión de los organismos que establecen la normativa de las lenguas es actualizarla, ponerla al día, a partir, sin embargo, de su evolución en el uso general normal (los SMS no reflejan un uso ni general, ni normal), que refleja el genio de cada idioma".
Al margen de que pueda considerarse, o no, normal, hay quien empieza a preguntarse si los rasgos de la nueva escritura digital puedan de verdad llegar a influir en la lengua hablada.
Portolés es lapidario: "Nadie habla ni hablará como escribe un mensaje. No se habla con abreviaciones. Prueben ustedes a decir: "¿A q hr qdmos?". Puede, eso sí, que alguna palabra o frase que se utilice mucho en los mensajes pase al habla diaria, pero eso es normal. Antes de que existiera el fútbol nadie decía: 'Nos han metido un gol' o 'Me he quedado fuera de juego".
Soledad Varela Ortega (UAM) sostiene que "lo que tiene de oral este código afectará a la lengua general, pero no proviene de la tecnología que lo soporta, sino de que en estos mensajes escritos se trata de remedar a menudo la lengua hablada, que trae los cambios".
Para Pazo, "el lenguaje siempre está en revolución. Cada generación revoluciona a las anteriores. Pero en este caso concreto lo que se revoluciona, sobre todo, son los géneros de escritura y literarios. Es cierto que el género epistolar desaparece. Es cierto que la comunicación escrita interpersonal cambia su código; pero este cambio es un pequeño reflejo de algo mucho mayor: el cambio del ser humano".
"El móvil, Internet", dice Pazo, "nos hace más vulnerables a los mensajes de los demás. Somos seres comunicados hasta en el cuarto de baño, en ámbitos que antes se rodeaban de una mayor intimidad. Además, estamos obligados a la respuesta pronta. Pero lo que más asusta a la opinión pública, los emoticones o la supresión de las vocales en los SMS, son fenómenos muy similares a los que han ocurrido en otras lenguas hace siglos (como ideogramas chinos)".
Para Pozzato, el verdadero desafío estará vinculado al contacto intensivo entre personas que hablan idiomas distintos, más que a la utilización de nuevos medios. "Hasta hace unos años era fácil pensar en algo como un inglés universal; pero hoy, con la emergencia de India y China es imposible decir qué hablará la gente dentro de 50 años para entenderse entre continentes".
Los SMS, tan antiguos como la escritura
Joan Martí i Castell comenta que es "curioso que nadie se haya percatado que los SMS son sistemas que, mutatis mutandis, existen desde que existe la escritura. Todas las lenguas románicas, desde que muestran documentación escrita, manifiestan soluciones económicas parecidas a las de los SMS". ¿De dónde, si no, proceden las abreviaturas reconocidas ya por las academias: D. (don), Sr. (señor), Dr. (doctor), etc. (etcétera), f. (femenino)...? ¿Qué es la taquigrafía que usaban los periodistas, si no el aprovechamiento de la realidad significativa de los elementos de las lenguas para una mayor economía en su escritura? En suma, si algo no son los SMS son revolucionarios: es un sistema tan antiguo como la escritura misma".
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