Bujalance se moviliza

La familia de José Reyes, un vecino de 51 años de Bujalance (Córdoba) que murió el 23 de noviembre después de haber recibido un balazo en la cabeza dos semanas antes, entregó ayer en la Subdelegación del Gobierno de Córdoba alrededor de 4.600 firmas reclamando que se depuren responsabilidades en este rimen.

Lo que más indigna a los Reyes es que el presunto autor del disparo mortal, Rafael Hidalgo Castro, Rafi, se encontraba desde hacía casi tres años huido de la justicia, tras haberse fugado del penal de Córdoba. Allí cumplía siete años y cinco meses de condena por delitos de robo con fuerza y faltas de lesiones.

El hijo de José Reyes, de su mismo nombre, recordó que si Rafi hubiese estado cumpliendo la condena que le correspondía, la muerte de su padre se hubiese evitado. Los Reyes no quisieron pedir abiertamente la dimisión del subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz. Tampoco precisaron a quién le corresponde asumir la responsabilidad. "Se la pedimos a los organismos que las tengan", dijo el hijo. "Espero que al menos haya alguien que reconozca que se ha equivocado y nos diga que lo siente y nos pida perdón. Porque nadie lo ha hecho todavía. Y si alguno ha tenido un fallo, por lo menos que lo admita", continuó.

Reyes sí reconoció que el Juzgado de Montoro ha admitido a trámite la denuncia que presentó el 2 de diciembre para estudiar responsabilidades. Reyes estuvo acompañado por un tío suyo y su madre, María del Carmen Cádiz Vargas, que guardaba, como el resto de la comitiva, un riguroso luto.

Por otro lado, el hijo de la víctima quiso, una vez más, desmarcarse de los episodios de violencia que se han dado contra las viviendas de la familia de Rafi, que han sido tiroteadas y una de ellas, incluso, quemada parcialmente. "Pedimos a la gente calma y serenidad, queremos justicia, no venganza", dijo. La familia de Reyes decidió, tras el asesinato, mudarse a Córdoba.