Sin ofertas ni dinero

La dirección deportiva del Espanyol se tira de los pelos perseguida por la mala fortuna. Nada le sale a derechas -el equipo está en los puestos de descenso y suma un punto de los últimos 21 posibles- y los augurios para el mercado invernal tampoco son demasiado esperanzadores. El club ya tiene 25 licencias federadas de la plantilla profesional y, para reforzarse y poder fichar, debe liberar alguna: ceder o traspasar a cualquier futbolista entre diciembre y principios de enero. Algo quimérico hasta la fecha.

Con Tintín Márquez como entrenador, la secretaría técnica ya había encontrado un equipo para traspasar al lateral Chica y estaba a punto de cerrar otro contrato para el medio Ángel. "Definitivamente, cuento con los dos jugadores", dice ahora José Manuel Esnal, Mané, el relevo del destituido Márquez. Dos menos. La otra alternativa era Lola Smiljanic, internacional por Serbia tanto en la selección sub 21 como en la absoluta. "Hay muchos equipos interesados, pero todos nos piden verle jugar...", advierten fuentes oficiales del club. "No sé nada de todo eso", responde Paco Herrera, director deportivo del Espanyol, que prefiere no hablar hasta que las cosas ocurran. Lola, en cualquier caso, no contó para Márquez ni ahora para Mané. Otra resta. "Sólo se ha recibido una oferta", dicen desde el club. Del Tottenham, inglés, por Finnan, fichaje de este verano que apenas ha jugado por dos lesiones consecutivas. Pero Finnan no es cedible -sólo están en la lista Jonathan Soriano, Lacruz, David García y Lola-. Penúltimo mazazo. Y se tanteó la posibilidad de ceder a Julián. "Tiene ficha del filial", revelan desde el área técnica. Más de lo mismo. Y todo sin dinero.

"El año que viene habrá sustos y no podemos hacer el loco", aseguró ayer Daniel Sánchez Llibre, el presidente del Espanyol, respecto a las posibles inversiones del club. "La hucha está vacía", abundan fuentes blanquiazules. "Mané tiene muy claro lo que quiere", añadió Sánchez Llibre. Un medio centro y un volante por la izquierda. Falta vender y comprar. Y enderezar al equipo. "El Espanyol no puede estar abajo, a un punto de la salvación. Es triste y preocupante", concluyó el dirigente, que remató la jugada al avanzar que las llaves del nuevo estadio se entregarán el 23 de enero y no el 9 como estaba previsto.