La decana
La crisis se ha llevado por delante a multitud de inmobiliarias y constructoras. Pero ahora ha pedido el concurso de acreedores una de las más antiguas y emblemáticas: Construccions Riera. La historia de esta empresa arrancó en 1845, cuando Francisco Riera Vall, un paleta, puso en marcha una constructora que intervino en obras como la fachada de la Sede de la Catedral de Barcelona y los claustros e interiores del arzobispado y el Seminario de la capital catalana.
Su hijo asumió la empresa, haciéndola más grande hasta crear, en 1933, Francisco Riera S. A. Trabajó estrechamente con el arquitecto Josep Puig i Cadafalch, una de las figuras más sobresalientes del Modernismo. La sociedad se encargó de obras tan emblemáticas como la Casa Amatller del paseo de Gràcia, la Casa de les Punxes y el Palau del Baró de Quadres (actutalmente la sede de Casa Asia), ambas en la Diagonal.
La empresa sobrevivió a la Guerra Civil, y la nueva generación, liderada por Francisco de Paula Riera, cambió el nombre de la compañía y le dio la denominación actual. En esa época construyó el Colegio La Salle de Barcelona y el edificio de La Suiza en el paseo de Gràcia, por ejemplo.
La empresa, que tiene un pasivo cercano a los 28 millones, ahora no sólo está centrada en la actividad constructora. También promovía, está en el segmento de los centros comerciales y de ocio, gestiona geriátricos y tiene servicios de reciclaje.
Construccions Riera ha presentado el concurso, dice, por la morosidad de sus clientes actuales, la falta de liquidez financiera, el frenazo en las inversiones en el sector y la caída de ventas. La sociedad, además, ha anunciado despidos. -
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