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Muere tiroteado un abogado que defendía a 'narcos'

La víctima había recibido amenazas en las últimas tres semanas

El abogado Alfonso Díaz Moñux, de 43 años, murió al mediodía de ayer en el hospital Gregorio Marañón, unas 18 horas después de haber sido tiroteado por dos personas cuando entraba en su casa, en la colonia de El Viso, en Chamartín. Los asesinos le estuvieron esperando hasta que el letrado entró con su Mercedes en su vivienda. Le descerrajaron dos tiros que le alcanzaron la mandíbula y la región temporal de la cabeza, cerca de la sien. Especialista en Derecho Penal, Díaz Moñux se había especializado en defender a narcotraficantes. Desde hacía semanas, había recibido amenazas a través de mensajes del teléfono móvil. Supuestamente partían de un narco rival al que defendía el abogado. Los hechos habían sido denunciados al Colegio de Abogados de Madrid.

La familia del letrado donó los órganos ayer en el Gregorio Marañón

Fue en el garaje de su domicilio, en el número 14 de la calle de Antonio Rodríguez, en Chamartín, donde se produjo el tiroteo. Su esposa, que iba dentro del coche en el momento del tiroteo, resultó ilesa.

Díaz Moñux estaba especializado en la defensa de imputados por narcotráfico, según fuentes jurídicas. Entre otros casos, se encargó de la defensa de un policía que estuvo implicado en la Operación Pipol, desarrollada en 2001 en Asturias. Mediante esta operación se desarticuló una red de traficantes de droga de la que formaban parte varios implicados en la trama que abasteció de explosivos a los terroristas islamistas que perpetraron la matanza del 11-M. También había defendido al narcotraficante gallego Sito Miñancos y participó en la denominada Operación Nécora.

El fallecido fue compañero de despacho del también abogado Emilio Murcia Quintana, que ha trabajado para la Asociación Víctimas del Terrorismo, entre otros, en el juicio del 11-M; pero Díaz Moñux no llegó a trabajar con la asociación. Agentes del grupo de Homicidios se encargan de la investigación. El juez ha decretado el secreto de sumario.

Según fuentes de la investigación, todo indica de que se trata de un ajuste de cuentas, ya que los dos autores del crimen estaban esperando a Alfonso Díaz Moñux en su casa, por la noche, a la hora a la que el abogado solía regresar. Los agresores tampoco sustrajeron efectos ni a él ni a su acompañante, por lo que se descarta el móvil del robo. La policía recogió en el lugar de los hechos dos casquillos del calibre 9 milímetros corto. Las pistolas que usan esta munición fueron muy utilizadas hasta mediados del siglo pasado; más tarde, fue sustituida por las del calibre 9 milímetros Parabellum. Los asaltantes, delincuentes comunes posiblemente relacionados con el tráfico de drogas, huyeron a pie.

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Díaz Moñux llegó en una ambulancia, intubado e inconsciente el jueves por la noche al hospital Gregorio Marañón, donde ingresó en estado muy grave. Tras pasar varias horas en la unidad de reanimación, el abogado murió sobre la una de la tarde de ayer, según fuentes policiales. La familia, que donó los órganos, rechazó hacer declaraciones debido a los delicados momentos por los que pasan. La muerte del abogado eleva a eleva a 69 el número de homicidios en la región en lo que va de año.

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