La empanada cambia de traje
Las asociaciones de panaderos unifican el embalaje: una caja con asa
Hace ya dos veranos, en Verín cayó una tormenta impresionante. A Alberto Salgado Bravo, experto en publicidad y marketing, le pilló en la calle, lo mismo que a una señora que acababa de comprar una empanada gigante y luchaba contra la furia de los elementos: intentando mantener abierto el paraguas en una mano; sosteniendo la vianda, atada con un cordelito, en la otra. Cuando Alberto se cruzó con ella, la empanada estaba empapada, y el papel, completamente roto. Entonces pensó que "no podía ser": "era necesario ponerle remedio a esa situación" en un país en el que no para de llover, y "sin tener ni idea de cartones y empanadas", empezó a experimentar en la cocina de su casa, "con un cúter, cortando y pegando".
Al día, en Galicia se despachan 40.000 empanadas y 5.000 se mandan afuera
"A medio plazo", todas las empanadas llevarán esta nueva envoltura
Habló con panaderos de Verín, le explicaron que tenía que utilizar un cartón válido para envolver alimentos, que no contaminase con su olor "el sabor y la calidad" de la empanada. Tecnología punta: el material tendría que ser lo suficientemente poroso y resistente como para chupar la grasa, aguantar el peso y soportar sin ceder los 190 grados de temperatura con que sale cada pieza del horno. La caja, además, tendría que estar ventilada para evitar la condensación, tener una cara exterior reforzada para repeler la lluvia y un asa bien fuerte en el centro. Este apéndice suplantaría al tradicional cordel sin cortar la circulación de los dedos, que ya no volverían a quedar pálidos como los de un difunto.
El primer ensayo fue casi perfecto. Fundó la empresa Empanada Pack, consiguió el registro sanitario y patentó el invento. Como en su cocina no podía producir industrialmente, llegó a un acuerdo con una fábrica de cartonajes de Vilagarcía, Lantero e Hijos, y sacó una primera tirada de 100.000 cajas. Las primeras empanadas que se despacharon, como dice él, "vestidas de gala", se vendieron en la provincia de Ourense, gracias a la promoción que del invento está haciendo la Asociación Provincial de Empresarios de Panaderías. A través de la federación gallega Fegapan, enseguida se sumaron las asociaciones de Lugo y A Coruña, donde se presentaron oficialmente las cajas esta semana, con un acto en Bergondo. El mapa de Galicia se completará "después de Navidad", cuando Alberto Salgado cierre el trato con Aproinpa. La Asociación Provincial de Industrias de Panificación de Pontevedra ha retrasado el acuerdo porque se encontraba en pleno proceso de fusión con el gremio de los pasteleros, pero la integración definitiva tuvo lugar ayer.
De momento, el empanada pack se está distribuyendo con seis formatos, pero el martes, los panaderos coruñeses reclamaron dos tallas más, de 60 y de 20 centímetros de lado. Además, Salgado decidió crear, después de visitar a un confitero vigués, un sistema de transporte semejante para los pasteles. La caja, en este caso, lleva dentro la bandeja y mide 10 centímetros de altura, cuando la de las empanadas no supera los cuatro. Ahora, el inventor busca un cartón diferente para las empanadas dulces, que pringan mucho más. "El que usamos ahora absorbe bien la grasa, pero para el azúcar... tengo que investigar algo mejor, una caja plastificada también por dentro", anuncia el inventor.
Según los cálculos que ha hecho Fegapan, en Galicia se despachan 40.000 empanadas al día, y otras 5.000 se envían afuera. "A medio plazo", prácticamente todas las empanadas que se vendan en la comunidad llevarán esta nueva envoltura, y los panaderos dicen que "no tiene por qué notarse en el precio", aunque a ellos cada una de las cajas les cuesta de 37 a 52 céntimos.
Pegado fuera, los hornos incluirán un papel en el que informarán en gallego del origen de la empanada, los datos sanitarios y los ingredientes. Por lo demás, todos los envoltorios serán iguales: llevarán dibujada una bola del mundo sobre la que se destacarán las provincias gallegas.
"¿Y no se plantea venderles la caja con asa a los de las pizzas?" "¡Buf!, ¡ni hablar! Ahora estoy con los panaderos, que me tratan muy bien. Y en Asturias y León también hay empanadas... Con lo que tengo, tengo de sobra".
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