Silencio sepulcral tras una alusión a la poca valoración de los jueces
En la agria batalla dialéctica de ayer los jueces se expresaron por escrito a través de un informe, pero la consejera de Justicia, Evangelina Naranjo, intervino con un discurso muy crítico ante los 33 jueces del Pleno de la Sala de Gobierno del TSJA. Naranjo expuso las mejoras producidas en la Justicia desde 1997 y el aumento de personal generado. Pero a continuación censuró la escasa valoración social de los magistrados, según la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), y lamentó su falta de información sobre el rendimiento de los jueces. 'A continuación se produjo un escandaloso silencio y no hubo aplauso', relató uno de los magistrados. Los jueces recibieron sorprendidos el rapapolvo, sobre todo porque fue inesperado para todos los presentes. 'Fue un ataque sorprendente y una regañina para ponernos verde', definió un testigo. Naranjo achacó a los jueces que resultaba mucho más grave tener 'jueces interinos' que tener 'funcionarios interinos', y destacó cómo existen juzgados con el mismo personal e igual número de casos, que soportan una pendencia muy dispar. Los magistrados criticaron que la consejera no expresara sus críticas ante la comisión mixta entre la Junta y la Sala de Gobierno del TSJA. 'No era el momento en ese acto formal, máxime cuando los datos son reales como la vida misma', apuntó otra fuente. Antes de la intervención de Naranjo, el presidente del TSJA, Augusto Méndez de Lugo, realizó una breve introducción y un vocal del Consejo explicó detalles del plan de modernización previsto para agilizar la Justicia. Eso sí, aprovechó la ocasión para censurar la movilización de los jueces este otoño y el tono que desprendían los correos electrónicos para mostrar la disconformidad con el escándalo generado a partir del caso Mari Luz, y que les enfrentó al Gobierno.
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