Pendientes de Estados Unidos

Los mercados de valores han vivido esta semana de las rentas producidas por el anuncio hecho en Estados Unidos del plan del presidente electo de volcar más de medio billón de dólares en la economía para impulsar su reactivación.

El Ibex 35 ha conseguido una recuperación del 5,70% que le deja a las puertas de los 9.000 puntos, nivel que, sin embargo, superó durante cuatro días seguidos y llevó a muchos inversores a soñar con la posibilidad de un rebote más prolongado.

El nivel de resistencia de los 9.100 puntos se considera clave para que el Ibex 35 pueda intentar acercarse a los máximos relativos alcanzados el pasado mes de septiembre. La teoría parecía aplicable, pero el fracaso del plan de ayuda al sector del automóvil en Estados Unidos volvió a dejar las cosas como estaban, ya que el Ibex 35 cierra la semana en 8.975,50 puntos, un nivel que le obliga a volver a empezar de nuevo cualquier intento de mejora.

Con todo, los analistas parecen de acuerdo en que los suelos de octubre y noviembre en torno a los 7.800 puntos resultan medianamente fiables y en que cuando comiencen a materializarse los planes de reactivación de la economía en Europa y en Estados Unidos el panorama puede ser más amable, aunque también coinciden en que, hoy por hoy, los mercados se encuentran en plena fase bajista de largo plazo.

Esa forma de ver las cosas está reforzada por la evolución de la economía que, en sólo tres meses, ha forzado a revisar muy a la baja las expectativas sobre crecimiento de varios países, entre ellos España.

La cuestión para los inversores sigue siendo la misma, pues sólo esperan el momento en que los índices consoliden posiciones de verdad para comenzar a tomar posiciones. Por el momento, esas tomas de posiciones se limitan a pequeños picoteos que más parece que buscan tantear el volumen de papel que puede haber en un valor concreto. En estos días fueron los valores bancarios algunos de los beneficiados por esos tanteos, pero un acontecimiento tan lejano como la negativa del Senado de Estados Unidos a autorizar las ayudas al sector del automóvil tumbó las cotizaciones a toda velocidad.

El sector eléctrico español es otro de los que mantiene el interés de los inversores por las operaciones en marcha y las que algunas sociedades dicen tener sobre la mesa. El nivel de algunas cotizaciones preocupa a los gestores por la situación de fragilidad en que deja a la sociedad, pero las dificultades para encontrar dinero se han convertido en un aliado inesperado ante operaciones más o menos hostiles.

La contratación se ha mantenido durante toda la semana en niveles muy bajos como consecuencia de las numerosas incógnitas que hay que resolver. En el Mercado Continuo no se han llegado a superar los 3.000 millones de euros en ninguna de las sesiones. -