Carles Santos quema pianos en recuerdo de Guinovart
El fuego, elemento purificador por excelencia, ha sido elegido por el artista y compositor Carles Santos para dar inicio al homenaje del pintor Josep Guinovart en el primer aniversario de su muerte. Hoy a las 12.00 horas, dos expertos falleros, llegados de Benicarló, incinerarán una instalación vertical de 12 pianos que Santos ha colocado delante del Espai Guinovart, en la plaza del pueblo leridano de Agramunt. La pieza, que reproduce una estructura castellera, desafía la fuerza de gravedad gracias a un alma de acero, único vestigio que quedará como memoria de la acción.
Tal como Santos recuerda en el poema Els pianos d'en Guino, la instalación es una especie de respuesta a las 24 imágenes que el propio Guinovart dibujó mirándole tocar el piano y que posteriormente reunió en una carpeta de grabados, titulada El pianista. Un pasacalle con música de Santos, interpretado por las coblas de Agramunt, y acciones alegóricas de la compañía teatral Teatredetics, ataviada con cabezas guinovartianas creadas por Mariaelena Roqué, recorrerá las calles del pueblo, hasta la plaza de la iglesia. Allí el artista mexicano Humberto Spíndola ha instalado un Altar a Guinovart, al que todos podrán acudir para dejar algún recuerdo en su memoria.
En un emotivo crescendo, el homenaje llegará a su momento más vitalista con Santos al piano y la mezzosoprano Claudia Schneider cantando un texto de Guinovart, ella vestida con un traje escultura hecho de turrones, también obra de Roqué, colaboradora de Santos desde hace más de dos décadas.
"Invitamos los asistentes a participar de la catarsis final comiéndose el turrón", concluyen los artistas.
Con motivo del homenaje se presentará el catálogo razonado de la colección de la Fundación Guinovart y la exposición Trayectoria a Blanco, de Frederic Amat.
