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Columna
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El reto de lo imposible

Andoni Zubizarreta

Casi siempre suelen empezar de esta forma: uno de los equipos viviendo en lo alto de la clasificación, el otro intentando no distanciarse demasiado y esperando que llegue su mejor momento. Ya sé que les parecerá que este año la distancia entre madridistas y culés es sideral y que nunca se dieron circunstancias similares, pero seguro que, si repasan la historia, se encontrarán con que este capítulo ya está vivido. Pero seguramente la cuestión no surge tanto por la diferencia de puntos que permite al Barça alejarse de forma sustancial del Madrid, sino que es más una cuestión de percepción referida al juego que ambos equipos despliegan sobre el césped. Vamos, que no sólo es importante hacer las cosas, lo que hasta ahora da nueve puntos más al Barça, sino el cómo se llevan a cabo.

Imagino a Guardiola recordando que donde mejor se maneja el Madrid es en el terreno de lo heroico

Y, siendo éste el panorama, la cuestión es cómo pueden afrontar los blancos el reto del próximo sábado, cómo prepararse para el mismo, cómo encontrar los estímulos para discutir al Barça la propiedad de los tres puntos en juego (no lo olvidemos: mucho psicológico, pero sólo tres puntos en juego). De salida, su entrenador ya nos ha dicho que ganar en el Camp Nou es en estos momentos misión imposible. Seguramente, Schuster lo ha dicho desde su lógica germánica, ya que juego y puntos hablan de una misión para Tom Cruise. Pero no hay mayor reto para un deportista, sea futbolista o escalador, que conseguir un imposible. Cuántas veces habremos oído esa frase de "ése es un logro imposible, nadie lo puede lograr, un reto fuera de nuestro alcance", para finalizar disfrutando del triunfo de los nuestros. No hay mejor victoria que la inesperada, la imposible. ¿Cómo creen ustedes que afrontaba el Real Unión el partido de vuelta de la eliminatoria copera o por qué piensan que el Anorthosis, chipriota, está dispuesto a retar a la historia y pasar a la siguiente fase de la Champions o, acercándonos un poco más, cuál fue una de las claves de la victoria de España en la Copa Davis contra Argentina? Para todos ellos, era misión imposible.

Mirémoslo desde el lado azulgrana: están en un momento maravilloso de juego y eficacia colectiva, han resurgido de sus cenizas para conectar con lo más profundo de su juego y su historia, la gente culé acude al estadio a disfrutar, a gozar, a ganar y, además, llega su rival histórico. Se diría que el Barça tiene el partido ganado desde muchos días antes de que la pelota se ponga en juego, pero tiene un problema importante que resolver el sábado a partir de las 22.00: los partidos sólo se ganan cuando el árbitro pita el inicio del juego. Y, en ese momento, es igual lo que digan las casas de apuestas, lo que escriban los articulistas más sesudos, lo que los entrenadores hayan preparado para el encuentro. A partir de ese momento, el juego es de los jugadores; pura y simplemente, de ellos. Imagino a Guardiola bajando el nivel de euforia, olvidándose de goleadas históricas para centrarse en el primer gol, buscando en los entresijos del juego blanco sus lugares más débiles para incidir en ellos y hacer pupa al rival. Y recordando a los de dentro y los de fuera que donde mejor se ha manejado hasta este momento el Madrid es en el terreno de lo heroico.

Y un clásico es uno de esos escenarios.

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