"Es imposible ganar en el Camp Nou"
Schuster dice que el Madrid sólo intentará "hacer un buen papel" ante el Barça
Bernd Schuster quiso olvidarse rápidamente de la derrota contra el Sevilla. El técnico del Madrid, quien dice que a su equipo le hace falta "un golpe de efecto" para cambiar el rumbo y la suerte, tiene ya la vista puesta en el clásico del próximo sábado, en el Camp Nou, frente al Barça. No será, según él, uno de esos partidos disputados. El alemán ya ha tirado la toalla. Bien porque cree de verdad que hay poco que hacer ante el conjunto de Pep Guardiola, bien para ir escudándose y preparando a los aficionados para que luego no le reprochen nada. "Eh, ya se lo he advertido a todos", parece ser su pensamiento.
-Visto lo visto, ¿es obligatorio ganar el sábado?, le preguntaron.
-El del Barça me preocupa menos que cualquier otro partido. Es imposible ganar en su campo. Está arrasando. Nosotros vamos a intentar hacer un buen papel. Más no se va a poder hacer, contestó.
"Hay que buscar un golpe de efecto para cambiar de rumbo y de suerte"
"Dos goles fueron en dos centros. Eso es falta de marcaje, no de táctica"
Es una rendición por anticipado, impropia de él y de su carácter. Por mucho que reconozca que el Barça es superior, resulta irresponsable decirlo públicamente. Sobre todo, tras el desgaste sufrido anoche por el Madrid para intentar la enésima remontada y tras la situación tan delicada que está viviendo el club y su presidente, Ramón Calderón. Al final del encuentro, por la megafonía y como de costumbre, se puso el himno madridista a todo volumen. Eso impidió escuchar cualquier protesta. Sin embargo, los aficionados esperaron a que Calderón saliera del estadio para volverle a gritar "¡dimisión!". Allí no había himno que les tapara.
En la sala de prensa, Schuster respiró otro clima. Él dice que no está resignado. Ni mucho menos. "¿Cómo voy a estarlo? No puedo estarlo porque veo a mis jugadores que lo están dando todo", dijo. Pero parecería que se ha entregado. "Hay que buscar un golpe de efecto para que este equipo cambie de rumbo y de suerte", insistió dejando en el aire la duda de si está planteando a alguien su destitución. Anoche, por lo pronto, tuvo un ataque de entrenador y cambió el dibujo táctico en la segunda parte. Quitó a Van der Vaart y colocó a Drenthe de segundo extremo para alargar el campo. Pero luego, por aquello de que le gusta presumir de ser el único que sabe de fútbol, dijo que el vuelco que dieron los suyos tras el descanso no se debió a eso. "Bah, yo creo que el Sevilla nos ha ayudado un poco porque ha sido muy pasivo con el resultado a favor y lo hemos aprovechado", analizó.
Tampoco, según dijo Schuster, los cuatro goles recibidos se deben a un problema táctico. "No hemos tenido los ojos abiertos, y eso que los partidos duran 90 minutos. En la primera parte nos complicamos demasiado la vida y después tuvimos que hacer un esfuerzo por encima de lo normal para remontar. A veces te sale; a veces, no. Ésta ha sido una de las que no", explicó.
"¿Y qué se hizo mal en la primera parte para tener que remontar? "No ha sido un problema táctico. Hemos sufrido dos goles de dos centros. Y eso es falta de marcaje, no de táctica. Nos han rematado cuatro veces y nos han marcado cuatro goles. En la situación en la que estamos, eso hace mucho daño".
"Antes, las lesiones; ahora, las tarjetas"
A Robben le habían dicho que estaría de baja dos meses cuando abandonó el césped del Bernabéu en el calentamiento previo al partido de la Champions contra el Juventus. El holandés, que ha sufrido siete lesiones en los últimos 14 meses, ha cortado el tiempo de recuperación. Tanto, que ha reaparecido un mes antes de lo previsto.
"Esta lesión ha sido un misterio", dijo hace un par de días; "se me rompió el sóleo entero, una rotura de seis centímetros que nunca, nunca, había visto". Algunos la achacaron a la prisa que tiene por volver cada vez que se lesiona. Otros, a la mala alimentación que lleva. "Son tonterías. He empezado a cuidarme. Ya no como patatas y pizza todos los días como antes", adujo.
El caso es que el primer tiro a puerta fue suyo. Fue él quien llevó el peso del partido por parte del Madrid, quien se hartó de pedir la pelota con los brazos levantados, quien encaró una y otra vez y, en lugar de centrar a cien por hora como acostumbra Drenthe desde el banderín de córner, corría hacia dentro buscando los pases en corto. "Robben nos ha dado mucha vida en la banda derecha", le reconoció Bernd Schuster. Eso, al menos, hasta que decidió volverse loco y recriminar al colegiado un posible penalti a Higuaín. Fue como una bala hacia González Vázquez y le mandó literalmente a la mierda, a tomar por saco -"fuck off!", fue lo que le gritó-. El árbitro, por cierto, no reflejó en el acta el insulto que recibió.
Ese minuto de locura hará que el extremo no pueda estar en el Camp Nou este sábado. Su recuperación ha sido relámpago, pero no volverá a aparecer hasta el siguiente, contra el Valencia. "Bueno, como estábamos acostumbrados a que se nos cayera gente por las lesiones, por lo menos ahora se nos caen por las tarjetas", comentó Schuster refiriéndose también a la quinta amarilla de Marcelo, que tampoco podrá jugar contra el Barça.
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