La Sinfónica interpreta a Gaos, Mahler y Beethoven

Quinto concierto de abono de la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG), con tres versiones bien distintas de las obras. La del Concierto de piano nº 4 de Beethoven por Andrea Lucchesini fue bien madurada, con la seriedad y el rigor propios de un pianista de su historial. Posee una gran técnica, llena de matices dinámicos, un acertado uso del pedal y una digitación luminosa. El único pero que puede ponérsele es quizás un exceso de mesura en el dramatismo del segundo movimiento y en las oleadas de fuerza características de Beethoven.

La versión de la Sinfonía nº 4 de Mahler que ofrecieron la OSG y Víctor Pablo tuvo un primer movimiento acertado en su carácter, con finales de frase bien respirados, una dinámica más matizada de lo habitual y claridad de líneas. El scherzo tuvo un aire más ensoñador que el espectral que propicia la distinta afinación de sus solos de violín y una rica variedad de climas sonoros con los Tríos. En el tercer tiempo decayó la tensión expresiva, arrastrada por un tempo francamente premioso. Tras un gran solo de oboe de Hill, la magia llegó en el trío de éste con la trompa y el corno.

En el cuarto, la voz de lírica de Laura Alonso tiene un peso algo excesivo. La proyección es escasa y no rueda por el complicado ámbito sonoro del Palacio de la Ópera. En las tres Canciones de Andrés Gaos que abrían programa, apenas llegó a oírse. Y las canciones pierden carácter en la orquestación de Joam Trillo.