Vivendi y Telefónica, interesados en Digital +

El consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, señaló que están en conversaciones con un grupo encabezado por la empresa francesa Vivendi-Canal+ para la venta de Digital+, la plataforma de televisión de pago por satélite. "Hemos avanzado en conversaciones con un consorcio liderado por Vivendi-Canal+ en el que estaría Telefónica como socio, antes de entablar negociaciones formales para la venta de nuestra televisión de pago, y hemos recibido ofertas de otros operadores", dijo Cebrián ante la Junta General de Accionistas.

El directivo explicó que en lo que concierne al sector audiovisual el grupo pretende centrarse en la producción de contenidos, apoyándose en una red de distribución potente y manteniendo el objetivo de acceder al mercado con marcas globales.

No obstante, tanto Cebrián como el presidente del grupo, Ignacio Polanco, advirtieron que no venderán activos por debajo de su valor real. "El grupo no venderá ni este ni ningún otro de los activos en los que prevé desinvertir a precios que perjudiquen el valor de la compañía", añadió Cebrián.

El consejero delegado precisó que el grupo puede y debe hacer frente a su situación financiera mediante soluciones que garanticen la estabilidad de la misma. "Contamos para ello con el apoyo de nuestros principales bancos financiadores y con inversores potenciales, con algunos de los cuales mantenemos desde hace meses negociaciones que se encuentran en muy avanzado estado", añadió.

Planes de salvamento

El primer ejecutivo de PRISA se mostró escéptico frente a las demandas de algunos medios de que los gobiernos establezcan "planes de salvamento o provean de milagrosos paracaídas a empresas como las nuestras". Para Cebrián el papel fundamental que los medios de comunicación desempeñan en la democracia no precisa tanto de apoyos gubernamentales como de la desaparición de obstáculos e intervencionismos innecesarios.

El consejero delegado enumeró una serie de medidas necesarias para el sector: implantación del IVA cero para los periódicos; coordinar las políticas educativas cuya fragmentación obliga a inversiones costosas; eliminar la financiación publicitaria de las televisiones públicas y limitar sus abusos en la compra de derechos audiovisuales; transparencia en la comercialización de las retransmisiones deportivas; no adelantar el llamado apagón digital dos años antes que el resto de los países de la Unión y renunciar al clientelismo en la concesión de licencias de radio y televisión.