Los abusos del 905

Son las 2.30 de la madrugada de un lunes. Tras una batería de capítulos de CSI, Telecinco comienza Noche de suerte, concurso en el que una presentadora dicharachera echa mano de su poder de persuasión para animar a la audiencia a participar en sencillos juegos a través del teléfono. "Necesito que me digáis palabras con cuatro oes, como 'doloroso'. Cada respuesta correcta son 6.000 euros". Parece fácil. Y el tiempo apremia. Pero a pesar de que uno telefonea con insistencia, pasan los minutos y hay que esperar un buen rato a que la presentadora dé paso a un concursante. Cada intentona cuesta 1,25 euros de media. Cuando llega la factura del teléfono vienen los sustos. El Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) ha denunciado el uso del costoso prefijo, que considera inapropiado por estos programas.

Antena 3 impide que una persona llame más de 100 veces al día

Los operadores dicen que es más fácil ganar que en otras loterías

El CAC ha pedido al Ministerio de Industria que incluya el prefijo entre los de tarificación adicional (803, 806, 807, 907), mejor regulados y económicos; o que las cadenas opten por el 806, pensado para programas de entretenimiento. Según el consejo, el 905 está reservado únicamente para el televoto, como el que ponen en marcha concursos del estilo de Eurovisión.

Conforme avanza la noche hacer zapping sirve de poco. El resto de las cadenas privadas (Antena 3, Adivina quién gana esta noche; Cuatro, Marca y gana; La Sexta, Ganas de ganar) y muchos canales locales o de TDT ofrecen el mismo formato a la caza del espectador noctámbulo. 536.000 personas siguen estos espacios, según datos de Corporación Multimedia. Noche de suerte es el de mayor audiencia y La Sexta, la que más horas dedica a estos juegos, según la misma fuente. Todas defienden el formato y aseguran que es más fácil ganar en estos concursos que en cualquier otra lotería. "Como es normal, hay quien lo prueba muchas veces y no tiene suerte. Lo mismo pasa cuando juegas a la ONCE", dice el responsable de comunicación de una de televisión nacional.

Las preguntas que plantean son sencillas: nombres propios que empiecen por Mar (¡Suerte por la mañana!, Cuatro) o descubrir el nombre de un animal oculto en un conjunto de letras (La Sexta). Aunque lo difícil para el espectador es que su llamada sea escogida. Los presentadores repiten: "Llama ahora, ahora, ahora". "No dejes pasar esta oportunidad, es una inversión casi segura". "Estamos a final de mes. Llévate 300 euros y nota un desahogo".

Asociaciones como Facua y Consumidores en Acción reclaman a las cadenas que informen sobre el número de llamadas que reciben y cuántas juegan finalmente. "Los espectadores más inocentes pueden pensar que es fácil entrar en directo y que si no es así, van a encontrar el teléfono comunicando", explica el portavoz de Facua, Rubén Sánchez. Que el teléfono que aparece en pantalla esté libre no garantiza el éxito, son los responsables del concurso los que dicen cuándo entra una llamada. Y cada intentona se paga: "Esta vez no ha habido suerte. Siga probando. El coste de la llamada es de 1,28 euros desde fijos...", repite el contestador sobre la tarifa, que aparece en letra pequeña en la pantalla.

Telecinco y La Sexta eluden dar explicaciones sobre estos concursos. Antena 3 cuelga las bases de su concurso Supernova en su página web, ofrece un teléfono de información al espectador, permite participar a través de Internet e impide que un mismo participante llame más de 100 veces al día. En Cuatro, el director de Programación, Alberto Alarcón, asegura que la cadena se ciñe a la normativa.

Para las cadenas, estos espacios permiten llenar una franja en la que apenas consiguen publicidad. Sobre todo las locales, más agobiadas por la escasez de anunciantes, ven en ellos una buena fuente de ingresos, pero el CAC señala que los derechos del espectador están por encima de la crisis.