Repsol reta a Lukoil a firmar por escrito que con un 29,9% no mandaría

Otro día de llamadas cruzadas entre banqueros, constructores, petroleros y políticos no logró sacar del limbo al mayor paquete accionarial en venta de Repsol YPF, en manos de una Sacyr ahogada por una deuda ocho veces superior a lo que vale en Bolsa. "Todo está abierto, aunque la entrada de Lukoil está difícil", subrayaron anoche fuentes implicadas en las negociaciones, contra la opinión generalizada de otras fuentes financieras que daban ya por "fracasada" la operación. Por si acaso, los abogados de Repsol tienen a punto un documento, aún no firmado por nadie, en el que, Lukoil, único candidato firme hoy a hacerse con hasta el 29,9% de Repsol si da con quien le dé crédito, se comprometería a "no mandar".

La venta de Itínere a Citi y a Abertis sigue adelante pese al parón del jueves

Lukoil llegó a plantear tener hasta ocho consejeros en la firma española

El borrador no pone ningún límite temporal a este compromiso. Mientras estuviera Lukoil en Repsol -no se excluye que con un peso menor al 29,9%, porque la negociación evoluciona deprisa-, el grupo no podría nombrar a ningún directivo de la petrolera.

El documento, que viene a ser la concreción del reto verbal formulado hace un par de días por Antoni Brufau -si Lukoil quiere el control, que lance una Oferta Pública de Adquisición (OPA) por el 100% del capital- otorga al nuevo socio, como máximo, cinco de 16 asientos que tiene su Consejo de administración, partiendo de la base de que Sacyr tiene tres consejeros, y de que, según la parte que se vendiera La Caixa, podría cederle hasta otros dos puestos.

Representantes de Lukoil han llegado a plantear en algún momento de la negociación que esperaban ejercer el poder y colocar a hasta ocho consejeros si se hicieran con un 29,9%. Y, en especial, si el grupo ruso llegara a pagar lo que inicialmente esperaba Sacyr (26,7 euros por acción de Repsol). La petrolera cerró ayer a 15,2 euros. "Visto que no mandaría, no está dispuesta a pagar mucho más de 22 euros", apuntan las fuentes consultadas.

Al margen del embrollo político, lo que empantana la negociación es el respaldo financiero al desembarco de la empresa que preside Vaguit Alekpérov. Pero no sólo porque los bancos que prestaron dinero a Sacyr (liderados en la negociación por Santander, junto a Calyon, Caja Madrid y Citi) no logran arrancar a Lukoil "garantías reconocibles y ejecutables de inmediato" para que los rusos se queden con el fardo de los 5.175 millones de euros de deuda de Sacyr; sino, sobre todo, porque no ha aparecido casi nadie dispuesto a cofinanciar la compra del 9,9% adicional que Lukoil desea sumar al 20% de Sacyr. La única entidad que se ha prestado públicamente a ser "posible financiador" es La Caixa. Pero no aparecen compañeros de viaje. Fuentes de una importante entidad financiera española ironizaban ayer así: "Que no nos pidan sacrificios en cosas que no entendemos". Por su lado, una de las entidades del crédito sindicado subrayaba que "bajo ningún concepto van a incrementar sus riesgos". Y La Caixa no financiará ella sola el coste de ese 9,9% (a los bajos precios de ayer, valía 1.800 millones): no cabría asumir un crédito así en el actual contexto, y menos cuando desea aprovechar los problemas de Sacyr para sacar plusvalías en Repsol.

Sacyr mantiene su silencio oficial, mientras en paralelo sigue intentando colocar su concesionaria Itínere. La noche del jueves, la posibilidad de venta de Itínere a un fondo de Citi había "naufragado", según fuentes políticas y empresariales. Pero a media tarde de ayer había quien defendía que era posible retomar una operación que daría a Sacyr entre 2.000 y 2.500 millones, más el alivio de zafarse de su deuda. Abertis no descarta hacerse con las autopistas que le interesan por 600 millones, al margen de que Sacyr y Citi pacten.