Anabel Ochoa, sexóloga

La sexóloga y escritora española Anabel Ochoa falleció el miércoles pasado a los 53 años a causa de un derrame cerebral en Ciudad de México, después de varios días de tratamientos intensivos en un hospital.

Su lenguaje directo, en ocasiones provocador, rompió tabúes en México, adonde llegó hace dos décadas para editar un libro sobre lo que siempre le apasionó, la sexología. Bilbaína de nacimiento, Ochoa se encontró allí con un terreno fértil para hablar y escribir. Las peculiares clases de su programa de radio en la emisora 1260 AM dejaron sin habla a muchos, ya que hace 20 años ese tipo de temas apenas eran tocados por los comentaristas, que no se atrevían a poner nombre a las relaciones sexuales. Abierta y parlanchina, segura y retadora, Ochoa impuso su estilo y con ello gano simpatías.

Su trabajo, siempre vinculado a la sexología, abordó también el psicoanálisis, aunque Ochoa tampoco desdeñó las tablas. En 2001, protagonizó Los monólogos de la vagina de Eva Ensler, lo que le valió un reconocimiento de la Asociación de Críticos Teatrales de México.

Varios de sus libros armaron revuelo, por ejemplo Tras el falo; Versiones y perversiones, los claroscuros de la sexualidad humana; Juegos en pareja; Los anticonceptivos explicados a los jóvenes. Incursionó en el terreno de la novela con El conversador, publicó ensayos, poemas y cuentos. Su última obra fue El universo de la sexualidad.

Ochoa era un personaje que desataba polémica, aunque nadie en México le reprochaba el haber sido una de las pioneras en hablar abiertamente de la educación sexual. En los medios se dice de ella que, gracias a su estilo contundente, revolucionó la manera de tratar estos temas, y por ello se ganó la simpatía de un amplio público.

Su hija Diana Landa Luee dijo, en referencia a su vida mexicana: "Podrá haber nacido en España, pero amaba a este país; lo que más le gustaba era el mariachi y se lo vamos a traer [al funeral]".

El 6 de diciembre será homenajeada en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.