El PSV, a puerta cerrada
El TAS reduce la sanción al Atlético a un partido y 75.000 euros
A más de 40.000 espectadores no les valdrán sus abonos o sus reservas de entradas para ver al Atlético contra el PSV Eindhoven el próximo miércoles en el estadio Calderón. Ni el recurso presentado por el club español ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ni el viaje de sus directivos a Lausana (Suiza), su sede, con dos de sus jugadores negros de la mano -Assunção y Sinama-Pongolle- han evitado que el partido en el que el Atlético se juega buena parte de su futuro en la Liga de Campeones se dispute a puerta cerrada.
Es el punto y final del culebrón que empezó el 1 de octubre con los incidentes registrados en el encuentro contra el Marsella y que ayer quedó sentenciado con un partido de clausura -en vez de los tres acordados en principio por la UEFA- y 75.000 euros de multa -la mitad de los previstos- por "graves violaciones en la seguridad".
"Estoy decepcionado. Cuando no haces nada, no te tienen por qué sancionar", se quejó el presidente del Atlético, Enrique Cerezo. Tanto él como el resto de los directivos rojiblancos estaban empeñados en demostrar que el suyo no es un club racista como aseguraban los hinchas franceses y que los incidentes, las cargas policiales contra los aficionados marselleses, fueron ajenos al dispositivo de seguridad del club.
De lo primero han quedado exonerados, según la resolución del TAS, que se hizo pública al mediodía de ayer: "Los actos racistas que alega la UEFA no han podido ser establecidos con certeza".
Pero esto no evita el cierre del Calderón. Así que los 39.143 seguidores colchoneros que compraron a principios de temporada el abono total se quedarán sin ver este partido y el club no les devolverá cantidad alguna, ya que con él tienen derecho a presenciar también los partidos de la Liga y la Copa del Rey, confirmaron fuentes del Atlético. Alrededor de 500 seguidores del PSV habían reservado también entradas, pero aún no las habían pagado.
El encuentro sólo podrá ser presenciado por unos 50 invitados de cada equipo, así como por el personal de la UEFA y los periodistas acreditados. El dispositivo de seguridad se reducirá al mínimo. El resto tendrá que conformarse con la televisión.
El Atlético llega a este partido con ocho puntos, los mismos que el Liverpool, por lo que una victoria le asegurará el pase a los octavos de final en su regreso a la máxima competición europea tras 11 años de ausencia. De perder, se lo jugaría todo en el peor escenario posible: en Marsella el 9 de diciembre.
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