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Aulas

Crimen experimental en el campus de Almería

Casi 300 alumnos de diferentes institutos de la provincia de Almería han participado en el taller de Ciencias Divertidas bajo el sugerente título SCI-UAL: tras la huella del crimen. Y es que los Servicios Centrales de Investigación de la Universidad de Almería (UAL) han querido utilizar el gancho de la famosa serie televisiva CSI. Se pretende que en los potenciales estudiantes del campus se despierte el gusanillo por las ciencias experimentales. Los participantes en los dos talleres diarios se han encontrado con un hipotético crimen que, como todo homicidio, siempre deja huellas: una colilla, algunos cabellos en el suelo o quizá unas pisadas muy marcadas. Con este cuadro del crimen ficticio los alumnos han utilizado microscopios electrónicos, servicios de líquidos o equipos de resonancia magnética. "La actividad se ha desarrollado en los Servicios Centrales de Investigación, que albergan los equipos más potentes y complejos de la Universidad. Porque lo que se persigue es que los alumnos aprendieran la utilidad práctica de estos aparatos que utilizan los propios grupos de investigación", detalló Pilar Flores, directora de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI).

Los alumnos pudieron analizar sustancias, medir ADN o ver moléculas para sentirse verdaderos protagonistas y en la piel de verdaderos investigadores. "Han analizado el cabello para intentar resolver el crimen o ver si hay una sustancia u otra. Han practicado la utilidad de estos aparatos para que, de alguna manera, vean que no es tan complejo ni alejado de la realidad. Y que una vez que se entiende puede resultar sencillo", insistió Flores. La Semana de la Ciencia en la UAL, que concluye hoy, también ofrece una exposición divulgativa de las labores formativas e investigadoras que se desarrollan en esta Universidad, así como jornadas y exposiciones como la titulada La mujer como elemento innovador de la Ciencia. Igualmente han destacado otras actividades en el campo de la ciencias no experimentales: los alumnos han realizado un taller de arqueología y han conocido a un robot humanoide de la Escuela Politécnica Superior. "Se pretende así ofrecer un escaparate para los jóvenes que estudian en nuestros institutos con el ánimo de ganarlos para la ciencia, para sus valores de progreso social, de no dar por válida cualquier idea que no sea reflexionada y debatida", concluye Flores.

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