"Cuando me di el golpe supe que no volvería a andar"
David se quedó tetrapléjico hace un año al chocar contra un quitamiedos
David no podrá volver a conducir su moto, pero la guarda en el garaje junto a su casco, que tiene una grieta enorme, por la que entró el guardarraíl contra el que chocó en octubre de 2007 y que se incrustó en su cabeza. El accidente le dejó tetrapléjico, con un 85% de discapacidad. Era un sábado, acababa de estrenar su nueva moto y circulaba a 50 kilómetros por hora en el puerto de la Cruz Verde (Madrid) cuando un coche invadió su carril en una curva. Al intentar esquivarlo, perdió el control y se fue al suelo. Quedó tendido boca arriba en el asfalto y el padre de un amigo le preguntó: "¿David, cómo estás?". "Y yo contesté, 'estoy bien, Pedro, pero yo no voy a volver a andar más en la vida". El culpable nunca apareció.
David tiene 23 años y ha pasado ocho meses en el hospital de parapléjicos de Toledo. Muchos días sueña que vuelve a andar y está esperando a que le concedan un piso adaptado en el que poder vivir con su novia. Su pasión por las motos sigue más viva que nunca, pero su vida ha cambiado de manera radical.
Lo más duro, explica, es tener que depender de alguien para casi todo. "Yo, por ejemplo, no puedo vestirme solo. Pero hay que seguir viviendo. Como decían en el hospital, la silla se lleva debajo del culo, no en la cabeza". Ahora colabora en un proyecto para crear una escuela de conducción de motos para niños, espera poder comprarse un coche adaptado y colabora con la asociación Lucha Motera.
"Pediría que protejan los guardarraíles, que mejoren las infraestructuras, y a la gente, que no se la juegue, ni en moto ni en coche ni en bicicleta. A mí, sin haber bebido, sin correr, con todas las protecciones, mira lo que me pasó; imagínate si vas haciendo el tonto o vas bebido o sin casco... Las consecuencias pueden ser fatales".
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