_
_
_
_

Detenidos 10 extremistas por el sabotaje de los trenes

Antonio Jiménez Barca

La policía francesa detuvo ayer a 10 personas, de entre 23 y 33 años, pertenecientes a un grupúsculo de extrema izquierda, acusados de haber causado los peligrosos sabotajes a los trenes de alta velocidad (TGV) que han convertido el mapa ferroviario francés en un infierno de líneas cortadas y trenes retrasados por todo el país en las últimas semanas.

El líder del movimiento, Julien, de 33 años, vivía con otros integrantes del grupo en una comuna libertaria en la ciudad de Tarnac, en la región de Corrèze (centro). Un resto de ADN encontrado por la policía el sábado en una de las catenarias saboteadas sirvió de pista.

La Subdirección Antiterrorista, dependiente del Ministerio del Interior, que se había encargado en los últimos días de la investigación, estudia ahora la relación entre este grupúsculo y otros de la ultraizquierda alemana, que ya han reivindicado otras acciones parecidas contra trenes con desechos nucleares.

El último de los incidentes ocurrió el domingo cerca de Narbona (sureste), cuando la máquina de un TGV chocó contra dos planchas de hormigón puestas a propósito en la vía. Un día antes, el sábado, cuatro atentados en cuatro puntos neurálgicos de la red habían sembrado el caos en las líneas ferroviarias, afectando a más de 160 trenes y perjudicando a miles de viajeros. En este caso, el método utilizado era distinto: en la catenaria, el cable que alimenta el tren, los saboteadores habían fijado una especie de ganchos con cuernos de hormigón armado.

Acción orquestada

En las últimas tres semanas, el tráfico ferroviario francés se vio paralizado dos veces más, sembrando la indignación entre los viajeros. Al principio, se especuló con accidentes y hubo voces que incluso acusaron a los ferrocarriles franceses, la SNCF, el equivalente a la Renfe española, de falta de potencia de la red eléctrica.

Después, se impuso la teoría de que todo respondía a una acción orquestada y organizada, y las principales sospechas recayeron entre los sectores más radicalizados de los sindicatos.

Ayer, poco después de que se conociera el arresto del grupo de extrema izquierda, los líderes sindicales ferroviarios saludaron la noticia con alivio. El líder del futuro Partido Anticapitalista, destinado a ser la cuarta fuerza política del país, Olivier Besancenot, se apresuró a aclarar que su formación "no tiene ni tendrá nunca nada que ver con sabotajes".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_