"En industria, los últimos ocho años del Gobierno catalán se han perdido"
Joan Coscubiela (Barcelona, 1954) dejará su cargo al frente de la secretaría general de Comisiones Obreras de Cataluña en diciembre, tras casi 14 años al frente del sindicato, en plena crisis y entre reestructuraciones de empresas que han causado tiranteces con el Gobierno catalán. Sobre todo, después de que el presidente José Montilla pidiera "flexibilidad" a los sindicatos para que las multinacionales sigan invirtiendo y de que el sindicato le replicara que no acepte "chantajes".
Pregunta. Montilla les pide más flexibilidad.
Respuesta. "No es a los trabajadores ni a los sindicatos a quien debe presionar. Los trabajadores y los sindicatos hemos demostrado de sobra nuestra responsabilidad. Ahora le toca a Nissan".
P. ¿Qué hacer con expedientes como el de Nissan si rechazarlos desincentiva la inversión futura?
R. Un expediente para 1.680 empleados sin un plan industrial no se puede aceptar jurídicamente. La Generalitat debe asumir sus responsabilidades, teniendo en cuenta que muchas cosas se podrían haber evitado. Hay que tener en cuenta las ayudas que reciben las empresas y las consecuencias de sus ajustes en relación con sus proveedoras. Seat y Nissan son responsables de sus trabajadores y de toda la industria de sus proveedores.
P. ¿Qué acciones sugiere?
R. Nuestro diagnóstico es que habrá una fuerte destrucción de empleo en los próximos meses. Debemos tratar de evitar que la crisis se traduzca en más desigualdades e injusticia. La incertidumbre es cuándo volverá a funcionar el riesgo sanguíneo de la economía, el sistema financiero. El paquete de medidas para del sistema aún no está llegando a la gente y las empresas. En políticas públicas, habrá que asumir que se genere déficit público para hacer políticas muy selectivas y no equivocarse ni una sola vez en qué se dedican los recursos públicos.
P. Como los 400 euros...
R. Creo que a estas horas todo el mundo es consciente de que aquella calentura electoral, con esos recursos acumulados, estarían muy bien empleados en otros temas. Las ayudas tienen que ir a colectivos y a problemas concretos, no disparar al aire.
P. ¿Ha hecho el Gobierno catalán una tarea preventiva?
R. No. En temas industriales los últimos ocho años de Gobierno de la Generalitat han sido perdidos. Ha habido una clara incompetencia de los gobiernos, que venía ya de la última etapa de CiU. El punto de inflexión fue cuando el Gobierno de Pujol hizo desaparecer el Departamento de Industria como tal. A partir de aquí no se ha recuperado el pulso.
P. ¿Y el Gobierno central?
R. Determinados discursos de posmodernidad han menospreciado el peso de la industria en Cataluña y España, cosa que no han hecho los alemanes ni en Francia, y por eso están mejor. Una parte de la clase política ha quedado atrapada con el discurso posmoderno, posindustrial, de modernidad vacía. La frivolidad con la que el Ministerio de Industria y el departamento han aparecido y desaparecido es impensable en un país cuya industria supone el 26% del PIB, como en Cataluña. De hecho, no logramos la fuerza para que administraciones y empresas impulsasen el cambio de modelo económico. Pero cuando la economía crecía al 4%, costaba convencer de ello a la gente.
P. ¿Apoya la reelección de José María Fidalgo o el nombramiento de Ignacio Fernández Toxo?
R. Espero que sea posible una candidatura unitaria para reforzar la presencia en los centros de trabajo, la función social del sindicalismo y la cohesión interna. Si hay dos, personalmente creo que Toxo lo puede hacer mejor.
P. CC OO se ha pronunciado la financiación autonómica. En la Diada del 11 de septiembre su manifiesto coincidió con el clamor político catalán. ¿Por qué han tomado el territorio como hilo conductor y no la clase? ¿Por qué no hay un frente común sobre financiación con las federaciones sindicales de otros territorios?
R. Nuestro posicionamiento en la financiación está en clave de intereses de la gente, en un Estado descentralizado. Nuestro hilo conductor no es la Cataluña económica. ¿Qué hace un sindicato confederal sin un posicionamiento común? Desgraciadamente, la forma en que se ha construido el Estado autonómico ha puesto en evidencia que ninguna organización social y política tiene claro un modelo de Estado federal, porque se ha construido sobre unas inercias sin un espacio común.
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