Siete lesiones en 14 meses

Hace un par de semanas, a Carlos Díez, jefe de los servicios médicos del Madrid, le preguntaron si Robben dejaría este año de lesionarse tan a menudo. "Me he apostado un viaje a Costa Rica con un amigo si Robben juega 10 partidos seguidos. ¿Puedo ir preparando las maletas?".

-"No sólo podrás ir, sino que me apuntaré yo también", contestó Díez. O mintió o pecó de optimismo, o simplemente no quiso reconocer lo que todos piensan: el extremo holandés de 24 años, por el que el Madrid pagó al Chelsea 31 millones de euros en agosto de 2007, es tan frágil que ahora hasta se lesiona en el calentamiento, una hora antes de recibir a la Juve.

Lo que el miércoles parecía un pinchazo se transformó ayer después de una resonancia en una rotura del sóleo que le mantendrá de baja mes y medio. El holandés no reaparecerá hasta mediados de diciembre y se perderá, entre otros, los dos partidos clave de la Champions contra el BATE y el Zenit y los choques ligueros contra Sevilla y Barcelona.

Es la séptima lesión del holandés, entre su club y su selección, desde que viste la camiseta del Madrid, sin contar con que fue fichado lesionado, de modo que tuvo que someterse a un plan de preparación física especial para recuperar el tono muscular durante casi un mes. La temporada pasada jugó 21 partidos de Liga, sólo ocho de ellos completos, y cinco, ninguno entero, de Liga de Campeones. En esta campaña ha participado en ocho encuentros ligueros (en cinco ocasiones aguantó los 90 minutos) y disputó poco más de media hora en Turín contra el Juventus.

Los médicos del club rehuyen dar demasiadas explicaciones sobre la fragilidad del ex jugador del Chelsea. "Es que entraríamos en terrenos no sólo médicos sino psicológicos y demás, y eso forma parte de la intimidad de cada jugador", comentaron en un desayuno informativo hace casi un mes tras la enésima lesión muscular que sufrió el futbolista en el partido contra el Espanyol. Esa vez fueron algo más de dos semanas de baja. Ahora, le esperan entre seis y ocho.