Presión para el Madrid
El equipo se reencuentra con 'la Juve', un rival que ha sembrado la angustia en el vestuario
Toda temporada es un camino con bifurcaciones. El Madrid ha llegado a un punto en el que la carretera se abre. Es noviembre, pero el rumbo que siga puede tener efectos determinantes. Desde que perdió en Turín, precisamente ante el Juventus, el equipo ha comenzado a desviarse. Aquel resultado (2-1) conmocionó a los jugadores, que desde entonces han sufrido para ganarle al Athletic en el Bernabéu, han perdido en Irún y han empatado en Almería. Hoy vuelve el Juventus (20.45, Canal +). No se sabe si los italianos llegan para cobrarse alguna deuda pendiente o para pagar por los daños causados. La trama dependerá de la capacidad de los jugadores del Madrid para sobreponerse a las dudas y a las carencias de una plantilla que, sin Robinho y sin De la Red, no ofrece toda la riqueza táctica que cabría esperar en un aspirante a conquistar el título.
La derrota en Turín intimidó al vestuario, alborotó al club, y colocó al Madrid ante una necesidad incómoda. Hoy tendrá que ganar para evitarse complicaciones. Si no consigue los tres puntos, el BATE, nada menos, podría ponerlo en aprietos en un escalofriante viaje a Bielorrusia. La amenaza de quedar eliminado en la primera ronda podría tener consecuencias inesperadas para un equipo que da muestras de una inseguridad desconocida.
La comida que convocó Raúl la semana pasada será recordada por dos cosas: porque se sirvió perdiz y conejo, al gusto del anfitrión, que es cazador, y porque no acudieron algunas figuras importantes. Ni Casillas, ni Ramos, ni De la Red, ni Cannavaro, ni Guti. Mala señal. Para una vez que Raúl, el capitán, convoca una comida de confraternización, se le resiste un tercio de la plantilla. Algunos ausentes recordaron que Raúl no iba a las comidas cuando era otro el que las organizaba. El hecho es que, ante las dificultades, el vestuario no está tan unido. Los líderes escasean y Schuster, el entrenador, anda más taciturno que nunca.
Bernd Schuster no atraviesa su mejor época, pero se pone un poquito más ceremonioso cada vez que se aproxima eso que él llama La Chempions. Al hombre le hace ilusión el torneo. Ayer dijo: "Hay muchas formas de recuperar a un equipo y la Juve lo ha hecho a través de la Chempions con su victoria ante nosotros. Desde entonces ha seguido ganando partidos. Ahora vemos a un equipo que juega con la seguridad que le dan los resultados".
Exactamente al revés le ocurre al Madrid y Schuster lo sabe. El alemán ha observado cómo su equipo perdía la fe y dejaba de ganar. Hoy tiene ocasión de dar un volantazo. Para eso recupera a Ruud van Nistelrooy.
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