La facturación de Copasa crecerá pese a la crisis

Copasa está sorteando la crisis. La constructora gallega con sede en Ourense afronta el futuro inmediato de forma "tranquila, sin optimismos mayores", según destacó ayer el presidente de la compañía, José Luis Suárez, en la presentación del balance de 2007. Un período en el que la facturación del grupo, "pese a la crisis del sector y el giro de las economías mundiales", alcanzó los 494 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 20,2% sobre 2006. Y la previsión para 2008 ronda los 550 millones, de los que Copasa aportará 375.

La escasa exposición al mercado inmobiliario ha sido, "y seguirá siendo", la clave para mantenerse. Una escasa o nula inversión en ladrillo y suelo en el mercado libre en Galicia y su penetración, en cambio, en mercados internacionales de gran potencial (Latinoamérica y Europa del Este) son, junto con la apuesta por la diversificación de la producción, determinantes en esta cuenta de resultados con "una cartera moderadamente al alza en tiempos difíciles".

Suárez prevé una "presencia discreta" en el sector inmobiliario en Galicia, excepto "alguna inversión muy pensada en Ourense", reconoció. Pero la compañía no asumirá nuevos riesgos, más allá de su participación en programas de vivienda protegida promovidos por la Xunta. Copasa, la "pequeña" entre las grandes constructoras gallegas y matriz del grupo, incrementó en 2007 un 53,2% su beneficio y facturó 321,6 millones. De nuevo, la facturación ha estado muy vinculada a las obras del AVE. Más de la mitad de los ingresos obtenidos en 2007 por la constructora matriz correspondieron a obras adjudicadas por el Estado.