Bojan sacia al Barça

No se exhibió el Barça en Benidorm, pero cumplió con su condición de favorito. Ganó como se preveía y Guardiola enchufó a algunos de sus reservas, especialmente a Bojan, que necesita palpar su crecimiento en cada jornada. La de ayer no fue una batalla menor. Porfió, como único delantero, con los cuatro defensas y el portero del Benidorm. Y acabó venciéndolos de un disparo telescópico desde fuera del área. El joven atacante azulgrana lleva mucho fútbol dentro y cualquier ocasión es buena para demostrarlo, aunque sea bajo el diluvio que acabó cayendo anoche sobre la localidad alicantina.

En el modesto estadio de Foietes, lleno de paraguas por una lluvia tenue al principio, pero insidiosa, Guardiola se presentó con un elegante traje negro como si de una gran cita se tratara. A modo de mensaje hacia sus jugadores. Ante la lentitud en la distribución de Touré, se golpeó el muslo derecho en señal de desaprobación. Víctor Sánchez tampoco clarificó el panorama. Otra cosa fue Busquets, incapaz de perder un balón, superior siempre en el uno contra uno o en el uno contra dos, proyecto de jugadorazo. Los gritos de Silvinho, que ejerció de capitán, resonaban entre las gradas semivacías. Aullidos muy agudos que no surtían efecto. El cuero tardaba demasiado en llegar a su posición, ayer la de interior derecho.

A falta de los pasadores Xavi e Iniesta, el Barça careció de fluidez en el movimiento del balón. Y el Benidorm lo aprovechó para hacer efectivo su repliegue defensivo. También, porque Bojan se sintió solo como único delantero. Como demasiado exigido sin otro punta con el que compartir el objetivo de resquebrajar la defensa. Acumuló media docena de ocasiones de gol y las dilapidó todas. Unas veces, por errores en el remate; otras, por las impecable respuesta del portero, Caballero, que quería disfrutar de su gran noche. Bojan acabó la primera parte muy aturdido.

El Benidorm tampoco renunció a que sonara la flauta en alguna aventura. Sobre todo, de su interior izquierdo, el brasileño Flavio, que se las tuvo tiesas con su compatriota Dani Alves, muy propenso a meterse en líos. El central Bardal, que ya marcó el domingo en Sabadell, peinó un córner con la coronilla y probó los reflejos de Pinto, ayer en la portería azulgrana.

Guardiola se pasó el final del descanso firmando camisetas en la banda a los seguidores barcelonistas de Benidorm. Mientras tanto, Bojan aprovechó el receso para limpiar la mente y encontrar la fórmula para marcar. Consistió en retrasarse pare recibir el balón de cara a la portería, encarar a la defensa en dirección a la media luna y, desde unos 25 metros, enviar un latigazo ligeramente enroscado que botó en la misma línea, pegado al palo derecho de Caballero. Un disparo perfecto que borró todas las imperfecciones anteriores.

La lluvia siguió apareciendo y desapareciendo mientras el Barça sació con el gol de Bojan gran parte de su sed atacante. El partido entró en una fase de indefinición. Satisfecho el Barça, al Benidorm tampoco le sobraban fuerzas ni recursos para empatar. A Guardiola le disgustó el desinterés de su equipo en este último tramo.