La garra derrota a la técnica
El Mallorca, con un Aduriz brillante, arrolla al Espanyol
Otra vez salió escaldado el Espanyol de Mallorca y ya van nueve temporadas seguidas. Pero, pese a lo abultado del marcador, los blanquiazules plantaron cara durante buena parte del partido y se repartieron el dominio con un rival que supo nadar y guardar la ropa en el momento justo. Eso sí, cuando recibieron el primer directo, los de Tintín Márquez quedaron absolutamente tocados. Después llegaron otros dos mazazos para ratificar una derrota dolorosa que el entrenador espanyolista interpretó como una cura de humildad: "Nos han puesto los pies en la tierra. La calidad técnica, sin más, no es suficiente".
Arrancó el encuentro entre tímidos acercamientos y con un Mallorca a la búsqueda del juego directo que le venía faltando en sus últimas actuaciones. Estaba con la mosca detrás de la oreja después de las últimas derrotas sin paliativos ante el Sporting y el Betis. Imprecisos, sus jugadores se agolparon sin criterio en la zona central y permitieron que el Espanyol solventara sin complicaciones la primera andanada. Afilaban los cuchillos Tamudo y Luis García, que hicieron temblar a la grada en un par de ocasiones, habilitados por los cambios de orientación de De la Peña.
MALLORCA 3 - ESPANYOL 0
Mallorca: Moyá; Josemi, Ramis, Navarro, Corrales; Varela, Martí, Cléber Santana, Jurado (Castro, m. 86); Arango (Keita, m. 80) y Aduriz (Webó, m. 83). No utilizados: Tomeu Nadal; Nunes, Scaloni y Mario Suárez.
Espanyol: Kameni; Berenguer, Pareja, Jarque, Sergio Sánchez; Coro, De la Peña (Román Martínez, m. 78), Moisés, Nené (Rufete, m. 61); Luis García y Tamudo. No utilizados: Cristian Álvarez; Lacruz, Ángel, José Callejón y Jonathan Soriano.
Goles: 1-0. M. 48. Aduriz. 2-0. M. 59. Aduriz. 3-0. M. 75. Varela.
Árbitro: Rodríguez Santiago. Mostró la tarjeta amarilla a Aduriz, Berenguer, Cléber Santana, Josemi y Jarque.
Unos 16.000 espectadores en el Ono Estadi.
El partido parecía que ni pintado para los intereses de los periquitos, letales en el contragolpe, ante un Mallorca pesadote y que no lograba abrirse camino marcado por la ausencia de jugadores capaces de correr la banda. Pero, en ésas, Kameni se puso a hacer de las suyas.
El portero camerunés rechazó con los puños un saque de esquina y la pelota cayó de nuevo a los pies del lanzador, Jurado, que la volvió a colgar. Esta vez, Kameni la vio pasar hacia la cabeza de Aduriz y de ahí a la red. Diez minutos más tarde, la jugada se repitió con los mismos protagonistas: Jurado sacó desde el banderín, Aduriz se elevó en el punto de penalti y Kameni ni la olió. El delantero vasco, que había estado peleando cada balón dividido, rubricó así su participación más brillante como mallorquinista. Márquez lamentó después el doble error en las jugadas a balón parado: "La hemos cagado. No se pueden encajar dos goles calcados si cada jugador tiene sus marcas bien aprendidas".
A partir de ese momento, Gregorio Manzano ordenó el repliegue, apretó las líneas y puso a sus hombres a presionar en el centro del campo. La receta de manual bastó para frenar a un Espanyol que nunca creyó del todo en la remontada.
Tamudo tuvo su oportunidad para volver a meter a su equipo en el partido, pero no pudo aprovechar una salida en falso de Moyà: su remate se estrelló en las piernas de Ramis. Al poco, llegó la puntilla en un contragolpe de Arango y Varela que el andaluz resolvió con elegancia elevando suavemente el balón por encima de las manoplas de Kameni.
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