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El asesinato de una limpiadora eleva a 60 los crímenes en Madrid este año

Vicenta Pérez Pérez, ecuatoriana de 50 años, llegó antes de que dieran las seis de la mañana al gimnasio en el que trabajaba como limpiadora, en Collado Villalba. Era su costumbre. Uno de sus hijos solía dejarla en la puerta cada mañana. Desde entonces hasta las ocho estaba sola en el local. En algún momento entre esas dos horas, alguien la mató ayer en el interior del centro deportivo. Su muerte eleva a 60 el número de crímenes en Madrid en lo que va de año, los mismos que se registraron en todo 2007.

Pasaban algunos minutos de las ocho de la mañana cuando la secretaria del gimnasio llegó al local. Parecía algo revuelto. Llamó a su jefe y a la Guardia Civil. Cuando llegaron encontraron a Vicenta: estaba tirada en el suelo, no muy lejos de la puerta de entrada. En una pared podía leerse la frase "Eres una puta". Estaba inconsciente, pero aún respiraba. Cuando llegaron los efectivos del Summa estaba ya en parada cardiorrespiratoria, según una portavoz de Emergencias 112. Murió poco después.La mujer tenía un fuerte golpe en la cara y heridas superficiales en el abdomen, además de lesiones producidas por patadas y puñetazos. Las marcas de su cuello hacen pensar que murió estrangulada. El interior del gimnasio no estaba revuelto. Tampoco había signos de que alguien hubiera registrado el local. Por eso, la Guardia Civil cree que el crimen fue cometido por más de una persona y que los agresores redujeron a su víctima con facilidad. Se descartan el robo como móvil del crimen.

En principio, los investigadores creen que no se trata de un caso de violencia de género. Ahora se trata de esclarecer si la víctima o sus familiares (en especial, alguno de sus siete hijos) pudiera tener enfrentamientos o alguna cuenta pendiente con alguien, o si, por el contrario, los asaltantes iban contra el negocio en el que trabajaba Vicenta. Los investigadores tomaron declaración a los familiares de la fallecida durante todo el día en la casa cuartel de la localidad.

La céntrica calle de Pardo de Santallana, donde está el gimnasio Centro Deportivo Villalba en el que trabajaba Vicenta, estuvo toda la mañana llena de gente. Tanto los dueños del gimnasio como sus trabajadores se limitaron a lamentar la muerte de la empleada. "No hemos podido ni entrar. Sólo sabemos que alguien la ha matado", se excusaba una trabajadora. Vicenta trabajaba en el gimnasio desde hacía dos años.

La víctima se había divorciado. Su ex marido vive en Ecuador. Según sus conocidos, la mujer trabajaba hasta las once de la noche limpiando casas y oficinas para poder mantener a su familia. Llegó a España hace años. Actualmente vivía con sus hijos y algún nieto en la localidad de Collado Villalba.

Este crimen eleva a 60 las muertes violentas registradas en la región en lo que va de año. Son las mismas que las ocurridas durante todo 2007.

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