Eto'o, principio y final del Barça
El camerunés presiona con tanta facilidad como define: lleva 15 goles en 16 partidos
Samuel Eto'o no jugó el miércoles pasado en Basilea el partido de la Champions. Pep Guardiola le dio descanso. También, a Iniesta y Messi. A los tres se les espera hoy en el Camp Nou. Llega el Almería (22.00, televisiones autonómicas) y el Barcelona acude a la cita con todos los jugadores disponibles citados para el entrenamiento de hoy. "Tengo algo que decir", les avisó Guardiola, dispuesto a devolver a la tierra a un equipo que regresa a la Liga tras lograr su mayor goleada en el torneo europeo. "El Almería es sexto. Sólo ha perdido un partido más que nosotros", dijo mientras se aferraba al principio del esfuerzo, el respeto y la solidaridad "para seguir ganando". Lleva ocho victorias consecutivas y en eso no tiene dudas: "Son los jugadores los que me dan prestigio a mí. Yo, hace dos meses, era un entrenador de tercera", matizó.
"Te arrastra y te mete muy rápido en el área. '¡Pim-pam!", resalta Xavi de su compañero
Eto'o dio la última victoria al Barcelona y Guardiola se abrazará hoy al camerunés, que comenzó el verano en el mercado y lo terminó firmando su mejor tarjeta de pretemporada: ocho goles en seis partidos. Desde entonces, no hay quien pare al hermano del gol: ha jugado 16 partidos y marcado 15 goles con Guardiola. Le sale al equipo a 0,93 goles cada 90 minutos.
El juego de Eto'o recuerda exageradamente al del futbolista hambriento que aterrizó en el Camp Nou en 2004 y marcó 25 goles -dieron 39 puntos- en su primera temporada; al que ganó dos Ligas, la Copa de Europa y el Pichichi 2005-06. Aquel curso, como el actual, marcó ocho goles en los diez primeros partidos de la Liga. "Lo que más me ha sorprendido desde que soy entrenador es que en la pretemporada fuéramos tan efectivos", aseguró ayer Guardiola. Eto'o fue el máximo goleador en ella: ocho goles en seis partidos. "Cogió confianza porque, al fin, se vio recuperado de su lesión", explican en el cuerpo médico.
Más Eto'o que nunca, el camerunés presiona y define con idéntica eficacia. Entregado a la causa, empuja al equipo y al entrenador si es necesario para celebrar un gol y con la misma vehemencia le mira desafiante cuando le sustituye antes de lo que él considera oportuno, como ocurrió contra el Atlético.
Principio y final del juego del Barcelona -"te arrastra en la presión y te mete muy rápido en el área. ¡Pim-pam!", dice Xavi del camerunés-, Eto'o da mucho más que goles al equipo. "Al delantero centro le pido más cosas" reconoce Guardiola.
Nadie empieza la presión como el africano. "Más allá de las que se le atribuyen al final del partido, alguien debería reparar las recuperaciones del equipo gracias a su presión", conviene Unzue, ayudante de Guardiola, que se da con un canto en los dientes cada vez que ve cómo muerde el central del equipo rival para complicarle la salida. Sostiene el entrenador que la Liga es complicada -"a poco que te fijes, todos los rivales son muy buenos"-, así que insta al equipo a esforzarse y seguir a Eto'o: "Tenemos que ser muy agresivos con la pelota y sin ella para ganar los partidos. El campeón es el Madrid. El trono es suyo y hemos de quitárselo". Guardiola cuenta con Eto'o.
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