LA GUERRA DE LOS NAVEGADORES
ANTES de la brújula, ¿cómo se las ingeniaban los marinos para orientarse? ¿Te imaginas una ciudad sin nombres ni números en las calles? Así era Internet antes de Marc Andreessen. En cuestiones ciberespaciales Tim Berners Lee es Dios y Marc Andreessen, Moisés con sus mandamientos. El primero creó Internet (1989); el segundo, con 22 añitos, la forma de moverse por la Red, un navegador por nombre Mosaic (1993). El navegador puso Internet al alcance de todos: se escribe una dirección y sale en pantalla. Hay un antes y un después del navegador. Y así lo vieron Andreessen y James Clark, que sacaron a Bolsa su Netscape Navigator (1995). Clark pegó el primer pelotazo de las puntocom. Con una inversión de cinco millones de dólares, se embolsó 2.000 millones (mientras, el bueno de Berners Lee sigue currando cada día). El Navigator, que se vendía en las tiendas a buen precio, se instaló en el 90% de los ordenadores domésticos. Hoy no lo tiene ni el 1%. La culpa, Microsoft, que regaló su Explorer y lo metió en todos los ordenadores domésticos... hasta que apareció Firefox y otros. Ahora su imperio declina.
El dominio del Explorer de Microsoft se resquebraja. Primero fue Firefox; después, Apple con Safari, y ahora es Google, con su Chrome, quien pretende volver a revolucionar el mapa. Pero ¿por qué deberíamos cambiar de uno a otro?
EXPLORER
Más vale malo conocido...
Mató a su predecesor Netscape. Pese a las denuncias de prácticas monopolísticas (por las que fue condenado y reiteradamente multado), Microsoft se hizo con el pastel. Prácticamente no había Windows sin Explorer y, por tanto, ordenador sin navegador de Microsoft hasta 2004.
A favor Está en todos los PC y, por tanto, la mayoría de las páginas se adaptan a él perfectamente. Por mucha manía que se tenga al copietas de Microsoft, lo cierto es que el navegador funciona bien. En un mundo tan enigmático como el del software, más vale malo conocido...
En contra Es más lento que los nuevos navegadores. Cuando se cuelga alguna página, se cuelga todo, así que, hay que reiniciarlo por fuerza. Ante la falta de competencia, Microsoft no renovó su producto durante cinco años. Ahora se vuelve a poner las pilas.
FIREFOX
La venganza del zorro valiente
Parecía que el dominio del Explorer iba a ser para siempre, pero los que cayeron en la batalla de los noventa del bando de Netscape se reunieron en torno a una fundación. Con la ayuda de AOL, Sun y posteriormente Google, sacaron en noviembre de 2004 un nuevo navegador, Firefox. Poco a poco va ganando cuota de mercado a costa del Explorer que no para de perder amigos, aunque poquito a poco.
A favor Rápido, sencillo, funciones nunca vistas hasta entonces (posteriormente copiadas por todos), casi no se cuelga. Es código abierto, con lo cual los programadores pueden mejorarlo continuamente. Tiene a un montón de seguidores creando extensiones continuamente, así que es difícil que le falte algo, sólo hay que ir e instalarlo.
En contra No es culpa suya, pero lo sufre quien se instale el Firefox en su ordenador: aún hay muchas páginas de organismos oficiales o empresas que no se adaptan a Firefox y dan fallos, sobre todo cuando se trata de rellenar algún formulario on-line.
SAFARI
El navegador olvidado
El Safari es el navegador que Apple introdujo en sus ordenadores en 2003. Cuando te compras un ordenador, un teléfono o un iPod de Apple, el navegador de esos aparatos es el Safari.
A favor Es bueno, como casi todo lo que hace Apple. Intuitivo, claro, rápido, práctico. Muchas virtudes que siempre van acompañadas del sistema operativo Mac OS X.
En contra Toda la mala fama de Microsoft, la tiene Apple de buena, aunque tan propietarios son los productos de uno como los del otro. Si no tienes un producto Apple, no tiene sentido colocar Safari en un ordenador ajeno a su mundo.
CHROME
A la sombra de Google
Es el último en llegar en esta fiebre que le ha entrado a la industria tecnológica por el navegador. Su popularidad de momento es casi inexistente, pero nadie duda de que cogerá peso. Como todo lo que hace Google (Picasa, Gmail, Earth, Maps...) no tienen prisa por ganarse el mercado. Prefieren el boca a boca e ir mejorando poco a poco.
A favor Se descarga en segundos. Es el más simple de todos. Tanto, que su barra de direcciones es buscador interno (favoritos e historial) y externo. Basta escribir una o dos letras para que se ponga en marcha y ofrezca un listado de opciones. Al igual que sus competidores utiliza pestañas pero, en su caso, de forma independiente unas de otras; si una se cuelga, se cierra y ya está, sin afectar a las demás.
En contra Al igual que con Firefox, a las administraciones públicas y a las empresas les cuesta adaptar su página a cualquier novedad. Es el caso de Renfe o de Carrefour. El Chrome todavía es una beta, una versión de prueba, y se le nota.
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