Un bombón para el Barça
Los azulgrana, con un fútbol alegre y de toque fino, golean a un Basilea entregado
Hay escenarios que merecen los mayores honores o cuando menos demandan una actuación de mérito con independencia de las circunstancias del partido. Basilea es un lugar sagrado para el barcelonismo desde la conquista de la Recopa del 79. Aunque el campo de St. Jakob ya no es el mismo y el rival ciudadano en nada se parece al Fortuna de Düsseldorf, el Barça completó ayer una actuación exquisita. A un encuentro en que la victoria se daba por descontada, los azulgrana supieron darle contenido con un fútbol alegre y de toque fino, coral y muy estético si se quiere, sin tensión, alejado de la épica de los tiempos de Neeskens.
A falta de rival, los barcelonistas procuraron mejorarse en cada jugada, entretener a los aficionados, hacer las cosas bien y sencillas, como le gustaba a Ricard Maxenchs, por quien los jugadores lucieron brazalete negro. Maxenchs y Basilea tuvieron la dedicatoria futbolística que se merecían por más sencillo que fuera el encuentro y débil resultara el Basilea, un club que viste de azulgrana y en el que, según cuentan algunos, se inspiró Joan Gamper, el fundador del Barcelona. La goleada tuvo sabor al mejor chocolate suizo. Fue un bombón. El día salió a pedir de boca para el Barcelona y especialmente para Bojan.
BASILEA 0 - BARCELONA 5
Basilea: Constanzo; Zanni, Abraham, Marque, Safari; E. Rubio (Stockler, m. 46), Ergic, Huggel, Chipperfield (Gjasula, m. 55); Derdiyok y Streller (Eduardo, m. 71). No utilizados: Stöckli; Ferati, Gelabert y Perovic.
Barcelona: Valdés; Alves, Puyol, Márquez (Cáceres, m. 53), Sylvinho; Xavi (Henry, m. 57), Touré (V. Sánchez, m. 66), Busquets; Messi, Bojan y Hleb. No utilizados: Pinto; Abidal, Iniesta y Eto'0.
Goles: 0-1. M. 4. Centro de Alves que remata Messi. 0-2. M. 15. Busquets, a pase de Xavi. 0-3. M. 22. Tiro lejano y cruzado de Bojan. 0-4. M. 46. Bojan, tras un envío de Busquets. 0-5. M. 48. Xavi, a pase Messi.
Árbitro: Eric Braamhaar (Holanda). Amonestó a E. Rubio y Abraham.
St. Jakob Park: 42.000 espectadores.
Bojan, en su primer partido como titular este año, confirmó su excelente pegada
Al paso que avanza, el equipo de Guardiola acabará jugando sin un '9' clásico
A Guardiola le gusta jugar y que la gente juegue con la alineación para mantener la tensión competitiva del plantel y, puede también, para que el rival no tenga referencias sobre las que preparar el partido. La mayoría de sus decisiones tienen sentido común o al menos están en consonancia con su manera de entender el fútbol. No actúa por revancha o capricho sino que procura ganarse un jugador cada jornada. Ayer concedió el protagonismo a Bojan, titular por vez primera durante esta temporada y convertido en el delantero centro del Barça, una manera solemne de dar cancha a un futbolista al que se suponía no trataba con el afecto merecido. Jugó Bojan de 9 con la zamarra de 11 y no de punta de complemento, pues Eto'o y Henry calentaban el banquillo con Iniesta mientras Hleb y Messi ocupaban los extremos. Un dispositivo suficiente para la mayoría de partidos, y más frente a un rival menor, colista del grupo.
Alrededor de Messi, el Barça alcanzó el área de Constanzo cada vez que le dio la gana, de manera que a los 22 minutos ya contaba tres goles y dos ocasiones. A gusto con un campo muy rápido por la lluvia, jugaba de manera veloz y precisa, sin mirar al marcador, divertido por los goles que caían. Marcó Messi después de un pase con el exterior de Alves, y Busquets, cuyo control y remate con la zurda provocaron escalofríos en la grada, y, por supuesto, también Bojan cruzó a la red una pelota bien golpeada, como corresponde a un ariete. A Bojan le pudo a veces la ansiedad y las ganas de quedar bien para después confirmarse como un excelente goleador cuando dispara a la primera. Bojan metió el cuarto y Xavi el quinto nada más comenzar la segunda parte, momentos en que Hleb y Busquets oficiaban estupendamente como pasadores.
Al paso que avanza su fútbol, el Barça acabará por jugar sin un 9 clásico. A Guardiola le interesan los delanteros que llegan y no los que aguardan el balón en el área contraria. El juego del equipo está por encima de los futbolistas y hoy el Barcelona es capaz de montar un rondo en el St. Jakob Park y marcarle cinco goles al Basilea en tres cuartos de hora sin Iniesta, Eto'o ni Henry. El francés reapareció después del 0-5, cuando el partido perdía interés y los azulgrana se dejaban ir, con Bojan de extremo, y el anfitrión suizo buscaba el gol del honor que acarició cinco veces. Tiempo para continuar contemplando a Busquets, un medio con un juego de pies excelente y que actúa con gran naturalidad, siempre bien perfilado, importante en un equipo que ya cuenta ocho victorias consecutivas y tiene prácticamente resuelto su pase a los octavos de la Copa de Europa. La cantera triunfa en Europa: seis jugadores en la alineación, los cinco goles marcados por chicos de la casa y 0-5, un dígito mágico en el Barça, conseguido por vez primera en la Champions. Fue un triunfo muy culé. Al Barça difícilmente le puede pasar algo malo en Basilea.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.