El fiscal jefe de Málaga renuncia para que su hija pueda ejercer
El fiscal jefe de Málaga, Antonio Villén, renunció el pasado lunes a su cargo, en el que llevaba desde julio de 1996, por "motivos estrictamente personales", según se recoge en su escrito de dimisión, que ya ha trasladado personalmente al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido. Fuentes próximas al fiscal jefe malagueño indicaron que el motivo primordial de la renuncia es que la hija de Villén, también miembro del ministerio público, pueda ejercer su profesión en la provincia de Málaga.
El artículo 58 del Estatuto del Ministerio Fiscal establece que los fiscales "no podrán ejercer sus cargos (...) en la misma fiscalía o sección en la que ejerzan sus parientes, dentro del segundo grado de consanguinidad o afinidad, o su cónyuge, o persona a quien se halle ligado de forma estable por análoga relación de afectividad, cargos de la Carrera Fiscal, siempre que exista dependencia jerárquica inmediata entre ambos", lo que sería el caso si Villén permaneciera como fiscal jefe y su hija se incorporara.
La salida de Villén, comunicada también al resto de fiscales malagueños, está pendiente de publicarse en el Boletín Oficial del Estado. La renuncia se produce un mes antes de que finalice el mandato de cinco años como fiscal jefe. Su puesto lo ocupara interinamente el actual teniente fiscal, Antonio Morales.
Manuel Villén, cuya trayectoria le ha valido la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, seguirá adscrito a la fiscalía. Durante su mandato, la sección ha pasado de 40 a 80 miembros, y ha tramitado casos como Malaya, Ballena Blanca e Intelhorce.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.