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Crónica:Liga de Campeones
Crónica
Texto informativo con interpretación

Corrección a tiempo

Muy mal en la defensa, el Villarreal recurre a Llorente y Pirès tras el descanso para golear al débil Aalborg

De una tacada, el Villarreal recibió anoche los mismos goles en contra que en los nueve encuentros anteriores: tres. Y el rival no era precisamente un gigante, sino el penúltimo clasificado de la Liga danesa. Señal de que el cuadro de Pellegrini se defendió fatal. Y de que sólo en el último tramo expuso su fertilidad atacante, cuando entraron Joseba Llorente, que marcó tres tantos, Pirès y Bruno. Los tres contribuyeron a mejorar considerablemente a un equipo atrancado por la escasa aportación de Edmilson y Mati Fernández. Claro que Senna y Cazorla mantuvieron el nivel. Hasta que llegó la caballería para arrasar al Aalborg en una orgía inesperada de goles. El Villarreal tiene media clasificación en el bolsillo.

VILLARREAL 6 - AALBORG 3

Villarreal: Diego López; Ángel, Gonzalo, Fuentes, Capdevila; Cazorla, Senna, Edmilson (Bruno, m. 64), Mati Fernández (Pirès, m. 64); Rossi y Guille Franco (Llorente, m. 46). No utilizados: Viera; Venta, Godín y Cani.

Aalborg: Zara; Bogelund, Olfers, Jakobsen, Pedersen; Augustinussen; Curth, Johansson, Enevoldsen, Due; y Saganowski. No utilizados: Stenild; Caca, Braemer, Sorensen, Kristensen, Nielsen y Schwartz.

Goles: 0-1. M. 19. Saganoswski. 1-1. M. 28. Rossi. 2- 1. M. 33. Capdevila. 2- 2. M. 36. Enevoldsen. 3-2. M. 67. Llorente. 4-2. M. 70. Llorente. 4-3. M. 77. Johansson. 5-3. M. 79. Pirès. 6-3. M. 84. Llorente.

Árbitro: Florian Meyer (Alemania). Amonestó a Pedersen, Enevoldsen y Pirès.

Unos 20.000 espectadores en El Madrigal.

El conjunto de Pellegrini no funcionó por el centro, donde Edmilson recibió pitos

Decía que no con el gesto de la mano, acompañado del bamboleo de la cabeza. Que no se lo creía. Capdevila marcó uno de los goles de su carrera. No por la importancia, sino por la belleza. En vez de la natural volea al borde del área con la izquierda, prefirió amagar, dejar botar el balón y disparar con el exterior de la bota derecha, su pata de palo, para ver un sublime vuelo de la pelota hacia la escuadra contraria. Lo más sorprendente fue que ese gol llegara en una noche espesa para Capdevila, que daba síntomas de estar exhausto después de tantos partidos con el Villarreal y con España.

Ni siquiera los dos tantos a favor maquillaron una primera parte infame del Villarreal. Comenzando porque Pellegrini volvió a pensar en la Liga (llega el Atlético) y devaluó de manera peligrosa la alineación. La mezcla de Gonzalo con Fuentes en el centro de la defensa, por ejemplo, resultó un desastre. Asimismo, el mediocentro defensivo, Edmilson, imprimió un ritmo demasiado lento en la salida del balón y sumó muy poco en el capítulo defensivo. El resultado fue que el Villarreal, que atacó mal, se defendió peor.

Dentro de su humildad, el Aalborg mostró jugadores de buena técnica, como Enevoldsen, que levantó suavemente la pelota ante la salida de Diego López. Era el empate a dos. Antes, el delantero centro, Saganowski, ya había marcado con un cabezazo frontal ante las mismas barbas de Diego López. Sin que ninguno de los centrales siquiera le inquietara. Ante la desesperación de Pellegrini, que echaba espuma.

El técnico chileno suplió a un desafortunado Guille Franco en el descanso. Entró Llorente. El Villarreal dio otro aire al encuentro. Comenzó a presionar más arriba y Cazorla, muy compenetrado con Ángel, a generar toneladas de fútbol. Y a no perder un balón ni a tiros. El conjunto amarillo se escoró hacia su derecha. Pero seguía sin funcionar por el centro, donde Edmilson recibió los pitos del público tras un mal envío. Ni por la izquierda, donde Mati Fernández volvió a enmarañarse sin sentido. Pellegrini los sustituyó a los dos.

El público agradeció la llegada de Bruno y Pirès. El partido se había atascado y necesitaba algo diferente. Es lo que entendió Senna, que envió un latigazo envenenado desde unos 25 metros. El portero Zaza se asustó ante la trayectoria del balón, que le venía de frente, pero con muy mala uva. Se lo quitó de encima y Llorente aprovechó el regalo para estrenarse. Fue el primero. Al minuto siguiente, Pirès demostró que le queda una puntita de velocidad. Se marchó del defensa y le entregó el cuarto a Llorente. El encuentro enloqueció. Capdevila cabeceó a su propia portería antes de que Pirès cabeceara en la buena, en la contraria. Pero a Llorente le quedaba poner el lazo a una actuación inolvidable: un hat trick el día que se estrenó como goleador de la Champions. A punto de cumplir 29 años.

Capdevila celebra su gol con Senna (a la izquierda) y Rossi.
Capdevila celebra su gol con Senna (a la izquierda) y Rossi.AFP
Vídeo: CNN+

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