"Hemos eliminado a 25 infieles"

Un grupo de ladrones islamistas forjado desde la cárcel de Topas (Salamanca) utilizó supuestamente los beneficios de la veintena de asaltos que perpetraron en chalés de la Costa del Sol, Sevilla y Cádiz (incluida la finca Ambiciones, de Jesulín de Ubrique) para financiar decenas de asesinatos en Mauritania y Argelia. Seis de ellos acaban de ser procesados por haber enviado el dinero al Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), ahora convertido en Al Qaeda del Magreb. Los arrestados solían charlar por teléfono con Abdelhakim Fekkar (también estuvo preso en Topas), quien se jactó de haber perpetrado sendos ataques en Mauritania y otro en Argelia, en los que fueron asesinados 32 militares.

La banda asaltó la finca de la familia de Jesulín de Ubrique y se llevó las joyas

La red se creó en la cárcel de Topas, como otras dos ya desarticuladas

La cárcel de Topas fue entre 1999 y 2002 un nido de reclutamiento y adoctrinamiento de terroristas. Allí, Fekkar formó un grupo que acabó colaborando en el envío de combatientes a Irak y apoyó la huida de autores del 11-M; se gestó la célula desarticulada en la Operación Nova (la mayoría, absueltos ahora por el Supremo) y también se formó un grupo de ladrones de chalés, que fue desarticulado en diciembre de 2005 por la Guardia Civil en el curso de la Operación Green.

El grupo de Topas estaba liderado por Mohamed Achraf (el islamista obsesionado con volar la Audiencia Nacional) y Abdelhakim Fekkar, quien campa por el desierto del Sáhara, según el auto de procesamiento del juez de la Audiencia Nacional Pablo Rafael Ruz. Fekkar se largó a Argelia tras salir de prisión en 2002, donde se puso a las órdenes de Abdelhamid Sadaoui, Abu el Haitan, "emir de la segunda región del GSPC", abatido en 14 de noviembre de 2007 en Argelia.

Abdelhakim Fekkar reclutó en España a su amigo de Topas Fathi Abdellah, el Paquistaní, quien capitaneó el grupo de ladrones. La Guardia Civil grabó llamadas inquietantes entre Abdellah y Fekkar. Así, el 25 de mayo de 2005 Fekkar confesó: "He estado de misión y hemos eliminado a 25 infieles". El ataque fue en Tebessa (Argelia), donde murieron 15 militares y 13 resultaron heridos, según el juez. "Tus hermanos salafistas te saludan", fue la despedida.

Un mes más tarde, Fekkar le dijo a Abdellah: "He estado de misión por la zona saharaui, hasta la frontera de Libia". Un día después, el 1 de julio, precisó: "He estado de misión en Mauritania". Ruz refleja en su auto: "Se comprueba que el 4 de junio de 2005, en una base militar de Mauritania, en Lemgheity, cerca de la frontera con Argelia y Malí, tuvo lugar una acción terrorista que causó 15 muertos, dos desaparecidos y 17 heridos entre los militares, y cinco muertos entre los atacantes, acción que fue reivindicada el 6 de junio por el GSPC". Fekkar se felicitó de su labor: "Desde que entré en Argelia no he parado, gracias a Dios".

La relación de Fekkar con el jefe de Al Qaeda queda de manifiesto en un SMS que le envía a Abdellah: "Estoy ahora en carretera para llevar cosas a nuestro jefe Abu Al Haitan". Días después, Al Qaeda sufre un revés. El 19 de agosto de 2005, Fekkar se lamenta: "Han caído 18 de los nuestros debido a los chivatazos". Y, efectivamente, seis días antes fue desmantelado un grupo de apoyo de 15 terroristas en Zemmouri.

El juez escribe que Fathi Abellah conocía "de primera mano la comisión de atentados en territorio argelino" y aportaba "sustento económico" y para el mantenimiento de la actividad terrorista del "comando liderado por Hakim

[Fekkar] en Argelia". Por ello lo procesa por integración en organización terrorista junto a Salah Eddine Berkoum y Fares Merazka (también estuvo en Topas), mientras a otros tres detenidos los procesa por colaboración con organización terrorista.

Fares Merazka llevó el 1 de abril de 2005 más de 10.000 euros entre sus ropas a Argelia, motivo por lo que fue identificado en el aeropuerto de El Prat (Barcelona). Era el cerebro de los robos, que se ejecutaban con gran profesionalidad, con seguimientos de las víctimas, como hicieron a Carmen Bazán, la madre de Jesulín de Ubrique, en cuya finca Ambiciones le robaron un collar de oro italiano y una cruz de oro con esmeraldas que le trajo su hijo de Colombia.