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Crisis financiera mundial | La reacción de los mercados

ING recupera terreno en Bolsa tras la inyección de dinero público

Las acciones de la entidad holandesa suben un 29%, algo más de lo perdido el pasado viernes - La entidad logra frenar la temida deserción de depositantes

Isabel Ferrer

ING superó ayer sin grandes daños el veredicto de los inversores tras la inyección financiera del Gobierno holandés por 10.000 millones de euros recibida el domingo. Es el segundo gran banco europeo, detrás de UBS, en obtener el respaldo de su Gobierno, tras las medidas coordinadas pactadas de rescate en la UE. Las acciones del banco holandés subieron un 29,2% en la Bolsa de Ámsterdam, con lo que recuperó lo perdido el viernes. Además, los clientes no desertaron y el Gobierno de centro-izquierda apoyó con firmeza la maniobra de rescate del Ministerio de Hacienda. De momento, sólo el partido Verde, en la oposición, ha pedido un debate parlamentario para conocer los detalles de la operación.

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Una pregunta sí planeó durante toda la jornada sobre el grupo bancario y asegurador: "¿Por qué parece ING más fuerte que Fortis (la entidad que debió ser salvada por Bélgica, Holanda y Luxemburgo en una acción conjunta)?". La respuesta más directa se refería al paso atrás dado por ING cuando se puso a la venta ABN Amro, otro de los bancos señeros del país. En dicha operación sí participó Fortis, junto con el Santander y Royal Bank of Scotland. "Al declinar esa compra, Michel Tilmant, director ejecutivo de ING, demostró que contaba con la confianza de los accionistas. No debilitó el grupo, como le ocurriera a Fortis, y tampoco se anotó un gran fallo", según el rotativo De Volkskrant.

Antes incluso de que se conocieran todas las reacciones de sindicatos y parlamentarios, el propio banco holandés dio la primera muestra de firmeza tras la aceptación de la abultada ayuda financiera estatal. Anunció la venta de su negocio de seguros en Taiwan al grupo Fubon Financial Holding por 447 millones de euros. El acuerdo añade 2,2 millones de clientes a los 6,5 que ya tenía la firma asiática, además de convertirla en la cuarta de la isla.

Otra de las dudas planteadas ayer se refería a un posible efecto dominó entre las demás compañías del país. De momento, la tónica general "está siendo analizar la oferta estatal, pero sin que nadie haya dado un paso adelante", según fuentes gubernamentales. El banco Rabobank, el único de los grandes que no ha recibido aún fondos oficiales, ha asegurado que no los necesita.

A pesar de la calma que todas las partes tratan de mostrar, después de los 16.800 millones de euros desembolsados por el Estado para la nacionalización parcial de Fortis, y de la ayuda prestada a ING, el Tesoro holandés ha gastado ya cerca de un 5% del producto interior bruto para apoyar a los bancos. No obstante, los sindicatos del ramo se mostraron satisfechos, "porque la inyección tranquiliza a empleados y consumidores", según dijo Ahmed Kansouh, uno de sus representantes.

Otras voces sindicales pedían claridad acerca del futuro de los 30.000 empleados que ING tiene en Holanda. La Federación de Accionistas, por su parte, quiere solicitar una investigación sobre "el estilo" de ING a la hora de comunicar su situación.

César González Bueno, el director general de ING en España, señaló que los 1,7 millones de clientes de la entidad en el país pueden ahora "estar más tranquilos si cabe".

Una mujer pasa por delante de una oficina de ING en Bruselas.
Una mujer pasa por delante de una oficina de ING en Bruselas.AFP

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